A los malos resultados en la cancha y a la delicada situación con Dembelé, ahora se suma la baja de Ansu Fati por lesión durante varios meses. Desde el club le han recomendado operarse pero el joven de 19 años está negado a ser intervenido.
Ansu reapareció en la Supercopa, partido en el que Barcelona quedó afuera contra el Real Madrid, tras una lesión en el bíceps femoral del muslo izquierdo. El jueves pasado ingresó en la Copa del Rey vs. Athletic y se resintió en la misma zona.
Ante a este panorama, tanto Xavi como el doctor del Barça, Ricard Pruna, lo instaron a pasar por el quirófano, pero el canterano en este caso tomó la decisión de realizar un tratamiento alternativo junto a su equipo médico de confianza, que podría adelantar lo tiempos de su vuelta: mientras la operación demandaría entre cuatro y seis meses, de esta forma podría reaparecer en un plazo de seis a ocho semanas.
La gran promesa del Barça ya venía de un 2021 para olvidar, en el que estuvo diez meses alejado de las canchas por lesión. Se había roto los meniscos de la rodilla izquierda en noviembre del 2020, problema que lo hizo pasar tres veces por el quirófano y ahora no quiere arriesgarse a estar afuera nuevamente por un lapso tan prolongado.
Volvió a jugar en 2021 y, tras renovar contrato por cinco años, tuvo agallas para pedir la 10 que había dejado vacante Lionel Messi con su partida a Francia. Sin embargo, luego de algunas apariciones prometedoras, en noviembre pasado se lesionó en el bíceps femoral que ahora vuelve a molestarlo y debió retirarse con muletas del Camp Nou.
Desde aquella primera lesión en 2020, Barcelona disputó 73 partidos y Ansu Fati apenas pudo estar presente en diez de ellos (un 14% del total), aunque le alcanzó para dejar en claro su jerarquía, con cinco goles y una asistencia. Decidió evitar la operación con la ilusión de acortar los plazos de su regreso y habrá que ver su evolución pero lo que es claro es que Xavi lo necesita. Y mucho.