El 22 de diciembre fue el último partido de Lionel Messi con el PSG. Luego, vinieron las fiestas de fin de año, la Pulga viajó a su Rosario natal y antes de regresar a París, se confirmó que dio positivo de COVID-19. Se mantuvo aislado sin poder viajar hasta que por fin pudo hacerlo sobre las últimas horas del martes 4 de enero. Ya en la capital francesa debió iniciar el proceso de recuperación que, según él mismo contó, le llevó más tiempo del esperado.
El martes de la semana pasada volvió a entrenar junto a sus compañeros del equipo que conduce el argentino Mauricio Pochettino. El partido más cercano era el de este domingo ante el Reims por la Jornada 22 de la Ligue 1. Y, si bien hubo dudas durante toda la semana sobre su presencia, el club confirmó que Lionel Messi estaría dentro de los convocados.
El argentino, obviamente, comenzó viéndolo desde el banco de suplentes. Pero a los 63 minutos, con el partido 2 a 0 a favor del PSG (Verrati a los 44 y Ramos a los 62), Poch lo mandó a la cancha en lugar de su compatriota Ángel Di María. Tan solo 4 minutos le bastaron al N° 30 para dejmostrara toda su impronta. Córner corto de Kylian Mbappé con pase para Messi y, cuando todos esperaban la pared con el francés, asistió a Marco Verrati para que marque su doblete con el 3 a 0.
A la Pulga se lo vio bien, conectado y manejando los hilos de un equipo que parecía tranquilo con el resultado, pero él siguió empujándolos para ir por más. Con buenas conexiones con Mbappé, el PSG siguió buscando otro gol que llegó a los 75 minutos en los pies del portugués Danilo Pereira.
El nivel de Messi en este partido trajo tranquilidad y buenas noticias para el PSG de cara al principal objetivo el mes que viene cuando enfrente al Real Madrid por los octavos de final de la Champions League. Y también para la Selección Argentina que, si bien no lo convocaron para que se recupere al ciento por ciento, esperan que llegue con rodaje y de la mejor manera al mes de noviembre cuando se juegue el mundial de Qatar 2022.