Como parte de una serie de medidas pensadas para el año próximo, la Conmebol dispondrá 10 millones de dólares para repartir entre las diez Federaciones directamente afiliadas. El fin: elevar el nivel de competitividad en los torneos alrededor del continente.
Para utilizar el dinero, el ente que preside Alejandro Domínguez puso algunas condiciones terminantes. En primer lugar, el incentivo económico estaría disponible recién para fines del 2022. Esto es una obligación que está relacionada con la otra condición: el millón está destinado a los campeones de los torneos oficiales de cada Federación.
La intención es que los equipos tengan un estímulo adicional para ir por todo al participar de los torneos oficiales de, en el caso argentino, la AFA. Para eso, la Conmebol dispuso que sea cada presidente de Federación el que decida en cuántas partes se divide el premio.
En el caso de la Argentina, el papel de decidir qué campeones tienen derecho a compartir el premio mayor será de Claudio Chiqui Tapia. La cuestión central pasará, seguramente, si se limita a repartir el botín entre los ganadores de Liga Profesional de Fútbol, Copa Argentina, Copa de la Liga y Supercopa, o si podrá incluir al ascenso.
Importante responsabilidad la del presidente de la AFA, cuya gestión se caracterizó siempre por el apoyo incondicional del ascenso argentino. En este sentido, existe el riesgo de que esta relación pueda dañarse si se deja afuera de la división a esas divisiones.