En el Estadio Christian Benítez de Guayaquil, el cual ya había albergado previamente la goleada de Brasil a Chile, Ecuador se impuso por 4-0 frente a Colombia para co-liderar el Grupo A del Campeonato Sudamericano Sub-17.
Desde el comienzo, el encuentro tuvo que esperar hasta que se cumpla el primer cuarto de hora en el reloj para darse un respiro debido al electrizante arranque que tuvieron ambos equipos en búsqueda del gol.
Tras un lappso de tranquilidad, la Tri apretó el acelerador a los 25 minutos de juego con la anotación de Allen Obando, quien solamente tuvo que empujar la pelota debajo del arco tras el pase de Isaac Sánchez.
Ya en el complemento, el duelo se hizo todavía más de ida y vuelta, con unos Cafeteros necesitados que estuvieron cerca de lograr la igualdad en reiteradas ocasiones, pero Christian Loor estuvo impecable abajo de los tres palos.
Envíos desviados con dirección al arco o remates a quemarropa casi en el área chica no fueron suficientes para los colombianos, que al igual que en su debut no tuvieron suerte de que el árbitro les cobre un penal que parecía claro por un pisotón.
Del otro lado, los dueños de casa cada vez tenían más espacio para contraatacar y el primero de estos golpes rectos lo dieron a los 75' con el tanto de Geremy De Jesús, quien quedó mano a mano con el guardameta visitante tras el pase de Kendry Páez.
A los 82', la historia se fue sentenciando con el doblete de Obando gracias a otra asistencia de Páez que aprovechó para pegarle cruzado de zurda por entre las piernas del arquero Breiner Quintana. Y a los 88', la cifra definitiva la puso Michael Bermúdez con una anticipación en el área para conectar con su derecha el centro desde la izquierda de Geremy De Jesús.
Con este resultado, la Selección de Ecuador, que en la próxima jornada descansará y luego se enfrentará a Uruguay, lidera el Grupo A del Sudamericano Sub-17 junto a Brasil. Colombia por su parte tiene apenas un punto y jugará su siguiente duelo ante la Verdeamarelha.
Foto: Ecuador
Alianza Lima prevaleció en un reñido compromiso en el Estadio Alejandro Villanueva y esto le valió trepar a lo más alto del Apertura: festejó 2-0 sobre Cienciano y ahora es líder con 18 unidades al cabo de ocho juegos disputados.
Los puntos que dejaron en el camino Sporting Cristal y Universitario (un partido más) relegaron a ambos a la posición de escolta y es por ello que los Íntimos miran a todos desde arriba, luego de su segundo triunfo consecutivo y el sexto en los últimos siete jugados.
La primera media hora de acción no tuvo ocasiones claras, hasta que Hernán Barcos estampó su disparo al poste para protagonizar la primera aproximación de riesgo. A esto le siguió cerca del cierre un intento de Pablo Lavandeira que no llegó a destino, pero que marcó una primera mitad con numerosa cantidad de remates para el local (10, sólo uno en dirección al arco).
Los dirigidos por Guillermo Salas alcanzaron mayor puntería durante el segundo tiempo y fue gracias a la aparición de Franco Zanellato, autor de un doblete y quien ahora contabiliza tres tantos en cinco encuentros en el torneo.
El nacido en Asunción, ex futbolista de Alianza Atlético, apareció al minuto de juego del complemento y sacudió las redes tras la asistencia de Andrés Andrade. Este último, que fuera jugador de Atlético Nacional, marcó gran presencia en la mitad al haber conseguido siete entradas efectivas para quitar el balón a los rivales.
Cinco minutos más tarde, Zanellato volvió a recibir el pase del Rifle Andrade y así pudo gritar por duplicado en este duelo frente a un rival que le luchó la tenencia de la pelota, pero que le costó acertar a pesar de los tiros de Alberto Quintero, Carlos Beltrán y José Leguizamón, además de su insistencia con los centros al área.
Alianza Lima salió airoso al margen de los apuros en el que lo puso la necesidad de Cienciano y, así, se adueña del liderazgo en el certamen peruano. Ahora se enfocará en su estreno en la Copa Libertadores como local ante Athletico Paranaense y, el próximo fin de semana, visitará a Alianza Atlético.
Foto: @ClubALoficial
Universidad de Chile amaneció con una fuerte noticia, este sábado. Es que Leandro Fernández ocasionó un accidente automovilístico, el que, de acuerdo a las fuentes policiales, lo protagonizó en estado de ebriedad.
Sobre la ruta provincial 2, a la altura de la localidad bonaerense de Ingeniero Juan Allan, el jugador colisionó con su camioneta a un vehículo en el que viajaban una mujer y su bebé. Tras el hecho, el delantero intentó escaparse, pero los efectivos lograron retenerlo.
Una vez detenido, los oficiales le realizaron una prueba de alcoholemia al futbolista, en la que se detectó un considerable exceso sobre la norma, que consta de una nula presencia de alcohol en sangre. Al no haber heridos por el incidente, el ex Independiente no fue apresado, aunque sí recibió una multa y la quita del coche por su incumplimiento.
Tras conocerse el hecho, la institución azul pasó a tener los ojos encima y, por eso, aguardó unas horas para pronunciarse. Y lo hizo con un comunicado, en el que aseguró que podría imponerle castigos a Fernández, cuando se conozcan los detalles de lo sucedido.
"Universidad de Chile informa que el jugador del primer equipo masculino, Leandro Fernández, esta mañana estuvo involucrado en un accidente automovilístico en Ingeniero Juan Allan, Provincia de Buenos Aires, Argentina. El delantero fue liberado, con una infracción por manejar bajo los efectos del alcohol, debido a que en el accidente no se registraron lesiones a terceros", comenzó el informe.
"Nuestro club continuará recabando la mayor cantidad de antecedentes. Respecto a posibles medidas internas, estas serán adoptadas una vez que contemos con toda la información adecuada, incluida la versión del propio jugador", sentenció el club.
Dentro de la publicación, la U mencionó que el plantel "no entrena este fin de semana y el lunes se retomarán las prácticas". Esto de cara al duelo del próximo domingo contra Chimbarongo, por la Copa Chile, para el que no está confirmada la presencia del atacante argentino.
Comunicado oficial: situación del jugador Leandro Fernández ⬇️https://t.co/O0ks1Hp3To— Universidad de Chile (@udechile) April 1, 2023
Comunicado oficial: situación del jugador Leandro Fernández ⬇️https://t.co/O0ks1Hp3To
— Universidad de Chile (@udechile) April 1, 2023
Foto: Curicó Unido
En el Estadio El Campín de Bogotá, Atlético Nacional empató sin goles frente a La Equidad y se perdió la oportunidad de subirse a la cima del Apertura de la Liga BetPlay. Sin embargo, Paulo Autuori lamentó más que eso.
"Yo no tengo nada que hablar acerca del juego del rival. Tengo que hablar de nosotros y no hicimos un partido como nos hubiera gustado. Esto es algo evidente", fueron las primeras palabras del director técnico del Verdolaga en conferencia de prensa post-partido.
Y continuó en su análisis meramente deportivo: "Nosotros estamos cambiando estrategias. A mí no me gusta hablar de 4-3-3 o de 3-5-2. Hablo del equipo con balón y sin balón. Hoy quedé muy contento con el equipo cuando tuvo que recuperar el balón. Logró quitar muchos balones porque fue agresivo".
La institución de Medellín quedó a dos puntos de los líderes del campeonato colombiano Boyacá Chicó y América de Cali. Ahora, Patronato aparece como próximo rival por el debut en la fase de grupos de la Copa CONMEBOL Libertadores.
"Contra Patronato seguramente va a ser un partido distinto. Va a ser un equipo que va a jugar con duelos muy claros y balones muy largos, como sabemos que son los equipos argentinos, Más aún en un torneo como la Libertadores", explicó el entrenador.
Por último, Autuori concluyó: "El partido, por ser el primero, no es porque sea Patronato o como visitante, es muy importante. El que ya ha peleado la Copa Libertadores sabe que es un partido donde uno puede dar un paso gigante hacia adelante".
Foto: Getty Images
En el Estadio Reales Tamarindos de Portoviejo, Emelec se perdió la oportunidad de quedar como líder de la Primera Fase de la Liga Pro todo debido a la derrota por 2-3 a manos de Delfín.
La jornada arrancó sobre ruedas para los Cetáceos, que a los 11 minutos de juego tuvieron un penal a favor y Nixon Molina agarró la pelota para hacer efectiva la pena máxima y sacar la ventaja.
Sin embargo, fue rápidamente a los 14' que los Eléctricos respondieron para alcanzar la igualdad y lo hicieron por el mismo medio: una falta dentro del área llevó al penal marcado por Miller Bolaños.
Ninguno de los dos equipos se guardó nada desde el instante en el que el árbitro hizo sonar su silbato para comenzar el encuentro. Pero no fue hasta la segunda mitad cuando se desató la lluvia de goles.
Ya en el complemento, el Ídolo de Manta volvió a ponerse arriba en el marcador con otra pena máxima. Esta vez el balón lo tomó Brian Oyola para un 2-1 que tuvo otra respuesta casi inmediata con el gol de Alejandro Cabeza a los 74'.
Cuando el telón del partido ya se estaba bajando, un remate de Juan Diego Rojas después de un rebote que dejó en su atajada previa Pedro Ortíz puso el 3-2 definitivo para Delfín a los 90 minutos.
De esta manera, Emelec se quedó con los mismos seis puntos con los cuales empezó esta cuarta jornada y no pudo llegar a lo más alto de la tabla, posición que tiene ahora mismo Independiente del Valle en soledad.
Foto: Emelec
La Conferencia Este de la MLS tiene como único líder e invicto a Cincinnati, una posición de privilegio que habilitó Yerson Mosquera. Pues, el colombiano fue el encargado de darle la victoria al conjunto de Ohio, por 1-0, frente a Inter Miami.
Desde que se unió al equipo estadounidense, a principios de 2023, cedido desde Wolverhampton, el defensor central fue titular en cada una de las presentaciones. Eso no fue distinto en esta oportunidad, en el TQL Stadium, en la que tuvo compañía sudamericana: el ecuatoriano Marco Angulo, el venezolano Junior Moreno y los argentinos Álvaro Barreal y Luciano Acosta.
Para el gol del cafetero, los locales debieron atravesar casi toda la primera mitad con el control de la pelota por parte del cuadro de Florida. De todos modos, los dos equipos supieron darse avisos en varias ocasiones.
Fue entonces, sobre el cierre de la etapa inicial, el momento en el que el jugador, de 21 años, rompió el cero. Tras un envío de Barreal, desde un tiro de esquina por la derecha, el nacido en Apartadó se paró sobre el primer poste y conectó un cabezazo certero.
Esta anotación le valió a Mosquera su estreno en la red en la liga norteamericana, luego de seis partidos oficiales, y la victoria para Cincinnati, ya que, para el complemento, en el que saltó al campo el colombiano Santiago Arias para sumar más acción, debió resistir las llegadas de su rival.
Con esta valiosa contribución del zaguero, los de Pat Noonan alcanzan una suma de 14 puntos, producto de sus cuatro triunfos y dos empates en lo que va de la MLS, que le otorgan el liderazgo de la zona, con una unidad de distancia de los inmediatos perseguidores Atlanta United y New England Revolution.
What a finish for @YMosquera15's first goal in Orange & Blue. 😮💨 pic.twitter.com/lYTiGJ99GF— FC Cincinnati (@fccincinnati) April 2, 2023
What a finish for @YMosquera15's first goal in Orange & Blue. 😮💨 pic.twitter.com/lYTiGJ99GF
— FC Cincinnati (@fccincinnati) April 2, 2023
Foto: Ian Johnson/Icon Sportswire via Getty Images
América tuvo la capacidad de reaccionar en un partido ampliamente desfavorable, en el que sufrió el bombardeo de León durante la primera mitad y en el cual llegó a verse en desventaja en el marcador. A pesar de que se recuperó con efectividad durante el complemento, las Águilas vieron cómo se les escapó la victoria después de que se lo igualaran 2-2 en la agonía en el Estadio Azteca.
En el marco de la 13ª fecha del Clausura de la Liga MX , el conjunto esmeralda llegó a registrar hasta 17 disparos totales (4 de ellos en dirección al arco) contra sólo uno del local a lo largo de los 45 minutos iniciales.
José Alvarado se quedó con las ganas a los 6' luego de que su tiro diera en el poste, más tarde sacó otro que se fue muy cerca del palo derecho de la portería de Luis Malagón, mientras que Víctor Dávila fue otro de los de gran insistencia y que, de hecho, lo llevó a terminar como el futbolista con más remates: 6.
Sobre el cierre de esa primera etapa llegó el premio para los dirigidos por el argentino Nicolás Larcamón, gracias a la aparición de cabeza del atacante Alvarado (centro de Iván Moreno), quien no marcaba desde octubre pasado.
En el segundo tiempo cambió la tendencia, Fernando Ortiz realizó tres variantes y la visita no logró acercarse a la valla del dueño de casa. Es por ello que cayó el empate a los 17' por obra del chileno Diego Valdés, quien contabiliza cinco tantos en lo que va del año.
Y a los 23', un nuevo festejo se desató en el Azteca por la conquista de cabeza de Henry Martin, el gran goleador en lo que va de la temporada para América con 25 gritos.
El revuelo al costado del campo se cobró la presencia de los dos técnicos, quienes vieron la tarjeta roja por parte del árbitro Fernando Hernández Gómez.
Aprovechando el envión, Alejandro Zendejas buscó el arco para liquidar la historia, aunque no logró hacerlo. Mientras que los goles anulados tuvieron fuerte protagonismo, ya que al local le invalidaron tres tantos y a la visita, uno.
Cuando los tres puntos parecían quedar para las Águilas, el costarricense Joel Campbell fue asistido por el argentino Adonis Frías a los 93' y descargó un zurdazo para estampar la igualdad definitiva, que incluso sirvió como desahogo para La Fiera.
América se marcha con un sabor agridulce y se estanca en el tercer lugar con 24 puntos, a 10 del indomable líder Monterrey, que en esta misma jornada se despachó con un 4-0 ante Tijuana con doblete del uruguayo Rodrigo Aguirre. A su vez, León contabiliza 25 en el puesto de escolta.
Foto: CLAUDIO CRUZ/AFP via Getty Images
En el Estadio Alfonso López, las cosas se encendieron recién sobre la recta final del enfrentamiento para que Millonarios quede como único líder del Apertura de la Liga BetPlay gracias a la victoria por 2-0 frente a Atlético Bucaramanga.
Desde el arranque, el Embajador avisó que iba por todo a pesar de estar en condición de visitante. A los siete minutos de juego, Juan Pablo Vargas estrelló un potente zurdazo en el travesaño.
La respuesta de los Canarios no tardó en llegar a pesar de no ser del todo clara. La opción más importante del Auriverde pasó apenas por una pegada de Gustavo Torres desde la banda izquierda que terminó en manos del arquero rival.
Ya en el complemento, el encuentro levantó un poco su intensidad con llegadas de ambos lados, ya sea con remates o con sociedad que terminaban en el área. Pero al fin y al cabo las emociones florecieron.
Fue entonces que a los 76' los Azules tuvieron un penal a favor después de una clara y dura falta de Hadier Borja sobre Yuber Quiñones, quien se iba solo ante el arquero. De la pena máxima se hizo cargo Luis Carlos Ruiz de manera efectiva.
Mientras Bucaramanga se jugaba al ataque, el Embajador tuvo los espacios suficientes en la defensa del oponente para, a los 85' sentenciar la historia con la anotación de Quiñones, quien solo tuvo que empujar el balón tras el rebote que dejó Cristopher Varela por el disparo de Óscar Cortés.
Con este resultado, Millonarios, que en la siguiente fecha jugará frente al DIM, alcanzó la línea de las 21 unidades y quedó como único puntero del Apertura de la Liga BetPlay con un punto más que América de Cali y Boyacá Chicó.
Foto: Millonarios
Racing tiene claro su objetivo: seguir de cerca la punta de la Liga Profesional. Y, este sábado, dio muestra de eso al vencer a Huracán por 2-1, en el Cilindro de Avellaneda, para alcanzar su tercera victoria consecutiva, al cabo de nueve jornadas disputadas.
Los primeros minutos le bastaron a la Academia para marcar la pauta del partido y mostrarse como dominadores de la tenencia de la pelota. A partir de la misma, generó aproximaciones, entre las que Emiliano Insúa y Jonatan Gómez ingeniaron remates, que salieron desviados.
Pese a disponer de la balón con amplitud, los de Fernando Gago evidenciaron problemas para tener claridad en el último tercio del campo y así aspirar a situaciones de mayor peligro. Esto, en parte, también lo provocó el Globo, ya que ostentó de firmeza en sus líneas.
A este complicado panorama, el local le añadió un susto, cerca de alcanzar la media hora de encuentro, debido a un gol de Nicolás Cordero en la visita. Sin embargo, a instancias del VAR, el árbitro detectó una mano de Gabriel Gudiño en la jugada del tanto.
Los problemas en ataque persistieron de cara al entretiempo para los dueños de casa, pero Matías Rojas los suprimió en el arranque de la segunda parte. De lejos, el mediocampista halló el arco, en posición central, y sacó un disparo excelente, que cayó directo al ángulo izquierdo.
El estupendo tanto del paraguayo llevó alivio e impulso al cuadro blanquiceleste. Tal importancia conllevó la conversión que, a los 56 minutos, Gabriel Hauche estiró distancias con un taco. Luego de que Rojas lanzara un córner pasado e Insúa bajara el esférico de cabeza, el Demonio aguantó a su marca y elaboró la genial definición, al lado de la portería.
Con el resultado favorable, Gago aprovechó para rotar piezas, en lo que el peruano Paolo Guerrero vio acción y hasta dispuso de una chance para anotar. Sin embargo, el elenco de Diego Dabove trató de ponerse en partido y alarmó a los locales con el descuento de Cordero, quien marcó de cabeza, a los 71'.
En el cierre, Racing no perdió la calma y se respaldó en el dominio de la pelota para abrochar un triunfo que lo mantiene a cuatro puntos de la cima defendida por River, con 17. El miércoles se estrenará en la Copa CONMEBOL Libertadores ante Ñublense y tres días después visitará a Gimnasia de La Plata por el campeonato.
Foto: Racing Club
Atlético Nacional se presentó este sábado sobre el césped de El Campín en busca de volver a sumar de a tres luego de lo que había sido su empate 1-1 frente a Independiente Medellín, pero volvió a repartir puntos tras finalizar el partido sin goles ante La Equidad.
Los dirigidos por Paulo Autuori no consiguen estabilidad, llevan tres igualdades y un triunfo en sus últimos cuatro compromisos, y la parte positiva es que acumulan 10 juegos sin derrotas entre la Liga 2023-I y la Superliga.
En este contexto, es uno de los equipos que más encuentros lleva disputados (11) y actualmente se coloca en la 5ª posición de la tabla con 18 unidades, a dos de los líderes, que cuentan con un partido menos.
Los intentos sin éxito durante la primera mitad estuvieron protagonizados por Gianfranco Peña y Felipe Román, mientras que el conjunto que ofició de local en suelo bogotano avisó mediante Joan Castro y sus tiros que se marcharon fuera.
Juan Torres y Dorlan Pabón buscaron la apertura del marcador en el complemento, pero tampoco consiguieron su objetivo de sacudir las redes. Fue un encuentro de pocas emociones, con 9 disparos totales para los de Medellín (2 de ellos en dirección al arco) y 5 para su par asegurador.
La posesión y las llegadas no fueron suficientes para Nacional, que irá en busca de mayor certeza en su debut de la Copa Libertadores el próximo miércoles frente a Patronato, en territorio argentino.
Luego de esa escala, los de Autuori tendrán dos choques importantes por el torneo colombiano en pos de seguir en la pelea: Junior y América de Cali en cuestión de seis días.
Foto: Franklin Jacome/Agencia Press South/Getty Images
Desde el día que falleció Diego Armando Maradona se supo que la decisión de la familia del ex entrenador Carlos Bilardo fue no contarle la pésima noticia. El Doctor se encuentra delicado de salud desde hace varios años y los doctores recomendaron no darle la triste noticia para no afectarlo. Sin embargo, hace poco se rumoreó que el legendario entrenador fue notificado de lo ocurrido.
Finalmente el hermano de Bilardo, Jorge afirmó lo que antes era un rumor. Le comentaron la pésima noticia y contó como fue la charla con quien fue campeón del mundo. El ya se había avivado porque veía las banderas en todas las canchas y preguntaba, ¿Qué pasó con el 10 que hay banderas? ¿Pasó algo?. Los doctores le dijeron que falleció de un paro cardíaco».
Jorge comentó que cada vez preguntaba mas, ya que le causaba mucha intriga la presencia de muchas banderas con algo referente a Diego Maradona. Los familiares trataron de evadir las preguntas con el objetivo de no empeorar su salud y su animo, pero llegó el momento de contarle.
El hermano también agregó en una charla que le dieron la noticia de forma rápida y de pasada. Agregó que , «Ahora no dice nada al respecto. Los doctores dijeron en un principio que no le digamos de entrada, que de a poco se iba a enterar.»
El pedido de elevación a juicio oral deben hacerlo los fiscales del caso antes del pasado 13 de abril siendo aceptado por el juez de Garantías. A raíz de la elevación pasaran a la recta final para conocer finalmente la condena de los imputados en uno de los casos que dio la vuelta a todo el mundo.
Por la muerte de Diego Maradona, los fiscales Laura Capra, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren comentaron que, «Los imputados colocaron o colaboraron a colocar un cúmulo de factores y circunstancias notoriamente burdas, incrementando todos los aquí imputados el riesgo por fuera del margen permitido y condujeron al fatal desenlace del paciente que hubiese podido evitarse”.
Lo que dejó las semifinales del Torneo Reducido por el segundo ascenso a Primera y la clasificación de Quilmes, fue una gran polémica. El partido terminó condicionado por un penal que el juez Lamolina cobró y que todos los espectadores sabían que no era. Una supuesta falta del arquero Miño sobre Federico Anselmo, cuando en realidad había ocurrido lo contrario.
El árbitro que se llevó grandes críticas ayer, salió a explicar que en la cancha había visto una cosa y en su casa otra. Reconoció que Anselmo termina pateando a Miño y que cuando lo analizó con la televisión se dió cuenta. Lamolina reconoció su error y declaró que no pudo dormir en toda la noche. El juez le pidió disculpas a toda la gente de Ferro.
El resultado final fue un 1-0 a favor del Cervecero. Ese penal, convertido en los últimos quince minutos, definió el partido y la serie que le dió el pase hacia la final por el segundo ascenso a Quilmes, que enfrentará a Barracas Central.
Barracas hizo lo suyo éste lunes frente al Mirasol ganándole por 3-2 y tendrá otra chance para llegar a la A. Definirá el segundo ascenso contra Quilmes. Entre críticas y polémicas, el Guapo llegó a la final pero jugando un partido meritorio.
Fue a buscar el partido desde entrada, con el aliento de la gente. Supo como complicar a su rival. El delantero (Mauro Albertengo) y el mediapunta (Juan Manuel Vázquez) exigieron mucho arriba, desorientando a los zagueros del Mirasol. El medio campo a cargo de Iván Tapia y Lucas Colitto, estaba sólido y el juego del Guapo era preciso. Pero los goles no llegaban.
Cuando llegó el primero del equipo local, gracias a un anticipo de Gonzalo Paz, Barracas se tranquilizó. Unos minutos más tarde, Bruno Cabrera encontró una pelota y la mandó al fondo. Los locales reclamaron mano pero no hubo. No era buen momento de Almirante para mandarse alguna atrás.
Tras un mal pase de Diego García, Colitto se encontró mano a mano con Martínez, arquero del Mirasol, y definió con el arco libre. Luego del descanso, el Aurinegro descontó pero no le alcanzó y así fue como Barracas Central logró el pase a la final y jugará una nueva final vs Quilmes (que venció a Ferro por 1-0 gracias a un polémico penal).
River Plate, Vélez Sarsfield, Talleres de Córdoba, Colón de Santa Fe, Boca Juniors y Estudiantes de La Plata (Repechaje).
Los seis equipos argentinos clasificados a la Copa Sudamericana
Defensa y Justicia, Independiente, Lanús, Racing, Unión de Santa Fe y Banfield.
Copa Libertadores: Los partidos de la fase 1 del Repechaje comenzarán del 8 al 10 de febrero la ida y del 15 al 17 la vuelta. La fase 2 será entre el 22 de febrero y el tres de marzo y la fase 3 del ocho de marzo al 17 del mismo mes. Los encuentros por la zona de grupos comienzan el 5 de abril.
Copa Sudamericana: Los partidos de ida de la primera ronda comenzarán del 8 al 10 de marzo y del 15 al 17 del mismo mes los de vuelta. Y los cruces por las zonas de grupos, igual que la Copa Libertadores, empiezan el 5 de abril.
Se añadió un encuentro más al calendario de competiciones luego de concretar la última fecha del torneo actual. Se trata del Torneo de Campeones de Argentina 2021, que lo disputarán Colón por ganar la Copa de Liga 2021 y River Plate por consagrarse vencedor del campeonato.
El Estadio contará con hinchas asociados de ambos equipos y dicha final podrá verse en VIVO por Fox Sports Premium y TNT Sports.
El jugador argentino se vió afectado luego del partido ante el Alavés el pasado 30 de octubre, desde ese día que no pisa un terreno de juego. Se le diagnosticó una arritmia tras el episodio en dicho encuentro.
La carrera del jugador parecía terminar, los médicos le recomendaron que cuelgue los botines, sin embargo, era la entidad quien informaba que su recuperación era mínimo de tres meses y que iban a estar atentos a su evolución para que el delantero pueda reincorporarse.
Pese a considerar que Sergio regrese al campo luego de su recuperación, en medio de la larga espera, un periodista español confirmó lo que se suponía: Finalizaría la carrera de un jugador de 33 años que comenzó su camino allá por el 2003 en Independiente de Avellaneda.
“El miércoles hay un acto donde el Kun Agüero anunciará que se retira del fútbol”, señaló Emilio Pérez de Rozas en el programa A Diario de Radio Marca.
La leyenda Diego Armando Maradona es muy conocida, pero además de por sus genialidades en la cancha, al pelusa se le atribuían miles de chismes y anécdotas. Se equivocó miles de veces debido a sus adicciones y otras cosas pero su humildad dejó historias que estremecieron a muchos.
Una de esas historias, ocurrió en 1985 cuando Maradona recién había llegado a Italia. La ciudad de Nápoles se volvió loca con su fichaje y su figura era tan idolatrada que llenaba el campo de San Paolo todos los domingos.
A unos 25 kilómetros de allí, en la localidad de Acerra, un padre muy desesperado se contactó con el Napoli para pedirle colaboración al club. Su hijo estaba enfermo, tenía una malformación en el paladar que le atrofiaban la cara y necesitaba una operación urgente en Suiza.
Gennaro era el nombre de éste padre que quería salvar la vida de su hijo Luca y propuso celebrar un partido a beneficio en el estadio de San Paolo para recaudar fondos pero el club no accedió a su petición.
Parecía que la idea no se llevaría a cabo pero cuando esta historia llegó a los oídos de Diego, la cosa cambió. Maradona quería ayudar a esa familia y trató de convencer al club. El argentino recibió otra negativa por parte del presidente pero el pelusa desobedeció a su jefe.
Maradona y varios de sus compañeros se comprometieron a celebrar el partido y un día después de ganarle a la Lazio, 12 futbolistas del Napoli llegaron a Acerra para jugar el partido en el estadio municipal.
El 25 de enero de 1985 y ante la mirada de los aficionados, el pelusa y sus compañeros estaban calentando en un parking embarrado e iban a disputar un partido en el campo de su barrio. El Napoli de Maradona jugaría contra la Acerrana.
El campo de juego no estaba en un buen estado pero poco le importaron mancharse de barro y arriesgar su físico. El 10 sacó su lado más humilde y participó en un partido benéfico que hoy en día podría ser impensable.
El mejor futbolista se estaba arriesgando a una lesión en un partido entre amigos pero el objetivo era salvar al pequeño Luca. Maradona y Puzone organizaron un duelo 12 contra 12 para que no fuese considerado como un partido de fútbol y evitar sanciones del Napoli y la FIFA. El Napoli venció 0-4 a la Real Acerrana con dos goles de Maradona.
Lo más importante de aquel partido fue que la gente pudo disfrutar ver a su ídolo mientras ayudaban al niño. Diego aportó 15 de los 20 millones que se recaudaron y aquel desesperado padre pudo operar a su hijo.
18 años después, Luca pudo agradecerle el gesto en un programa de televisión y hoy en dia vive sano y feliz. Recordando al ídolo que le salvó la vida.
Maradona a lo largo de su vida tuvo miles de defectos y otras virtudes, pero lo que no cambió fue su humildad y amor por la pelota.
Hay muchos partidos históricos que quedarán por siempre en la memoria de los aficionados del fútbol. Ya sea por grandes goleadas, clásicos picantes, lujos, goles que marcan récords y muchas cosas más pasan dentro del campo de juego.
Y como a mí me gusta contar historias sobre el gran clásico mundial, les voy hablar del pasillo que le hizo el Barcelona al Real Madrid.
El 7 de mayo de 2008, el Madrid y el Barça se enfrentaron en el Santiago Bernabéu en un clásico intrascendente en la clasificación. Los blancos llevaban 14 puntos de ventaja sobre los catalanes y se habían consagrado campeones de la jornada anterior en Pamplona. El equipo culé atravesaba una grave crisis, en medio de una racha de malos resultados. Se ubican terceros y sin opciones de luchar por el campeonato. El barca llegó al coliseo blanco teniendo que cumplir con una penitencia. Los azulgranas respetaron el tradicional “pasillo” al equipo campeón y soportaron con aplausos el desfile de los jugadores blancos al entrar al estadio. En su equipo faltaban Eto’o y Deco que en la fecha anterior forzaron la tarjeta amarilla para no ser partícipes de aquella imagen. Increíble.
Luego de haber superado el protocolo, parecía que el Barcelona había pasado lo peor pero todavía le quedaba otro mal trago. El Real Madrid salió al campo con mucha confianza y acogotó a los catalanes en su área. Los locales se sentían cómodos y Raúl abrió el marcador tras aprovechar un balón suelto en el área frontal.
Los jugadores azulgrana se desesperaban con cualquier decisión del árbitro. Una indiscutible falta de Touré sobre Sergio Ramos sería botada por Guti para encontrar la cabeza de Robben. El holandés, totalmente desmarcado, convirtió el 2-0 de cabeza.
Rijkaard, el DT culé, hizo su primer cambio en el minuto 23 pero el juego de los azulgranas no mejoraría. El Madrid estuvo cerca de marcar el tercero en varios oportunidades antes del descanso pero la total alegría del Bernabéu se reservó para el segundo tiempo
Mucha lluvia caía sobre el césped y la tormenta blanca sobrepasaría de nuevo. La entrada de Higuaín agitó el juego de los blancos y el argentino anotó el 3-0 tras un gran pase de Diarra. La defensa del Barcelona se estaba desangrando y el Madrid buscó una goleada histórica para celebrar el campeonato. Unas manos de Puyol fueron señaladas en el área y el Madrid convirtió el cuarto de penal.
Con Messi a la cabeza el juego del Barcelona cambió y empezó a buscar un poco más a pesar de estar 4-0 abajo.Faltando diez minutos, Casillas hizo dos paradas imposibles de Leo pero no pudo evitar un ajustado disparo de Thierry Henry para descontar en el minuto 87. Ese tanto culé minimizó un poco la derrota.
El partido acabó tras la expulsión de Xavi, que se fue del campo por protestar. El clásico del Pasillo finalizó con 4-1, en una de las últimas grandes goleadas del Real Madrid sobre su eterno rival.
Muchas veces, las inclemencias climáticas, pueden llegar a un nivel que obliga a la suspensión de un partido de fútbol. Pero muchos de estos factores ambientales, que pueden ser la lluvia, la nieve, el viento fuerte, huracanes, torbellinos, granizo, niebla, sea el que sea, pueden interrumpir un duelo futbolístico a veces de formas increíbles, dependiendo del paisaje de cada lugar.
Esta anécdota sucedió prácticamente en el polo norte. El partido que nos interesa tuvo lugar el 29 de agosto de 2005. El contexto deportivo, la particular Liga de Fútbol de Groenlandia.
El fútbol en ese país, no es de las mayores pasiones populares del país ártico. Debido al clima de frío extremo, no cuentan con campos de juego de césped natural, con lo cual la mayoría son canchas de tierra. Salvo un estadio construído en los últimos años, con césped sintético en la ciudad de Nuuk, capital de Groenlandia. Con esas mejoras en sus instalaciones, el deporte en ese territorio podría pasar del amateurismo a ser reconocido dentro del ámbito profesional internacional.
En ese contexto, se jugaba aquella jornada de 2005, una de las semifinales de la Copa de Groenlandia. Los equipos, el F.C. Malamuk, de la ciudad de Uummannaq, y el Nagdlunguaq-48, de la capital groenlandesa.
Como les decía, el territorio danés de Groenlandia, que está cubierta por hielos eternos, no deja muchos lugares donde los fanáticos de la pelota puedan establecer un campo deportivo. En Uummannaq, el único hueco que encontraron para meter una cancha de fútbol fue en un terreno rocoso y carente de césped en la Bahía de Baffin. Para poder llegar a la cancha, que está rodeada por el mar y por acantilados altos y escarpados, los jugadores, árbitros, espectadores, cuerpo técnico, deben movilizarse hasta allí en lanchas o pequeñas embarcaciones, que atracan en un muelle ubicado a muy pocos metros del campo de juego, paralelo a uno de los laterales.
Si uno está parado en la cancha, el paisaje más allá de las rocas y acantilados, es un mar de témpanos de hielo inmensos, y eso es solo lo que se ve de ellos por encima del nivel del agua.
Esas rocas masivas de hielo macizo, flotan sin rumbo sobre el mar.
El día de ese partido por la semifinal del certamen futbolístico, todo transcurrió con normalidad hasta que sucedió algo que, si bien era posible, nadie se lo estaba imaginando.
Mientras la hinchada disfrutaba de un encuentro deportivo, con un paisaje increíble de fondo, y los muchachos del Malamuk y el Nagdlunguaq-48 se disputaban el pasaje a la final, uno de los espectadores vio que, a lo lejos y no tanto, un iceberg inmenso venía flotando en dirección al muelle donde todas las embarcaciones estaban atracadas, amenazando con destruir todo a su paso. Entonces, el simpatizante pegó el grito de alarma y el partido se detuvo. Jugadores, árbitros, miembros del cuerpo técnico, periodistas y todo aquel que tuviera un vehículo acuático ese día allí, corrieron para tratar de salvar sus naves de la destrucción total y el naufragio.
Gracias al aviso del hincha, todos llegaron a tiempo para mover sus lanchas y botes, por lo que el partido estuvo detenido un buen rato.
El témpano gigante terminó pasando rompiendo contra las rocas, y dejando una línea de esquirlas de hielo sobre el lateral del campo de juego.
Finalmente, el partido se reanudó, y terminó siendo una victoria para los visitantes de la capital, que ganaron el duelo por 3 a 1. Consiguieron pasar a la final, donde perdieron contra el Boldklubben 1967, conocido más sencillamente como el B-67.
Particular accidente del medio ambiente, producto de un calentamiento global, que en esta oportunidad no dejó víctimas, pero sí el recuerdo del día en que un iceberg detuvo un partido metiéndose en la cancha.
El nivel de lujo y riquezas que se maneja en el ambiente de los futbolistas de élite mundial, hace que muchas veces veamos las vidas de los jugadores un poco como aisladas de la realidad del resto de la población. Los percibimos como ajenos, seres con vidas aparentemente inalcanzables, con el futuro resuelto para ellos y un par de generaciones.
Pero a lo largo de la historia se han podido ver casos de jugadores que, más allá del éxito alcanzado en lo deportivo, con toda la bonanza económica que implica, han estado muy presentes tanto en las comunidades de los clubes en los que juegan o jugaban, como involucrados en procesos sociales más locales en sus países.
Sin mayores introducciones, vamos a enfocarnos de lleno en esta historia. Un caso de hace no muchos años, que fue seguido de cerca por medios y agencias de todo el mundo, ya que involucraba un conflicto bélico interno en un país del continente africano. La historia del delantero que paró una guerra civil en su país.
El marfileño Didier Drogbá fue uno de los mejores delanteros que tuvo el fútbol europeo y mundial en el siglo XXI. El hecho que nos interesa, en sí, sucedió en el año 2005.
Pero vamos a empezar un poquito más atrás.Año 2002, Costa de Marfil. Un golpe de estado contra el presidente Laurent Gbagbo no logró concretarse y terminó dejando al país dividido, con dos facciones disputándose el poder. El estado logró controlar el sur del país, y en el norte mandaba la facción rebelde, conocida como “Las Fuerzas Nuevas de Costa de Marfil”. Rápidamente el conflicto estalló en una guerra sin cuartel, dejando cerca de 4mil muertos en los primeros tres años de conflicto. En 2004, luego de 2 años de intensa guerra civil, el conflicto entró en una etapa de unos meses de atrincheramiento de ambas partes, pero en 2005 volvió a encenderse la mecha, y la guerra se reactivó en aquel país.
Ahora sí. Mientras tenía lugar ese rebrote del enfrentamiento armado, el fútbol africano decidía a sus representantes para el mundial de Alemania 2006. Costa de Marfil llegaba al partido que nos interesa, contra Sudán de visitante, un punto por detrás de Camerún, con chances de clasificar a una Copa del Mundo por primera vez en la historia. El conjunto camerunés, por su parte, se medía, también de visitante, frente a la selección nacional de Egipto. Los dos partidos fueron pactados para la misma hora, aquel 8 de octubre del 2005.
Para “los elefantes”, fue un partido fácil de despachar frente a un Sudán bastante inferior en su juego. Pero a “los leones indomables” se les estaba complicando en la tierra de los antiguos faraones. Habían empezado ganando, pero Egipto empató a 20 minutos del final.
El partido para Costa de Marfil terminó unos minutos antes, con lo cual todo el mundo siguió prendido a la transmisión como terminaba el otro duelo de aquella decisiva jornada. El corazón de los jugadores e hinchas marfileños pareció detenerse cuando, a los 94 minutos de juego, el árbitro sancionó un penal a favor de Camerún. Pero el disparo del jugador designado, Pierre Womé, fue a dar en el palo y estalló la locura en Costa de Marfil. Se desataron los festejos. Por primera vez y, al fin, habían conseguido el pasaje a un Mundial de Fútbol. Era algo increíble y muy fuerte para toda la afición futbolera de aquel país. Pero el momento más fuerte estaba aún por vivirse. Y no exactamente sobre el césped del estadio sudanés Al-Merreikh, sino más bien en el interior de uno de sus vestuarios.
Una cámara de la televisión nacional se coló, siguiendo a los jugadores para cubrir los festejos del equipo que, con Didier Drogbá a la cabeza, había logrado la victoria deportiva más importante del país.
Fue ahí que, aprovechando la presencia de un medio de prensa, Drogbá pidió un momento de atención para poder tomar la palabra. Quería convertir aquella celebración en un momento trascendental para su país. Tomó, entonces, la palabra. No sin antes arrodillarse, gesto que fue imitado por sus compañeros. Sus palabras fueron: “Ciudadanos de Costa de Marfil, del norte, sur, este y oeste, les pedimos de rodillas que se perdonen los unos a los otros. Perdonen. Perdonen. Un gran país como el nuestro no puede rendirse al caos. Dejen las armas y organicen unas elecciones libres.
El mensaje de Drogbá caló hondo. Por un lado, porque el contexto emocional de la celebración a lo largo y ancho del país, ponía a la sociedad en un lugar más receptivo. Por el otro, porque necesitaban que alguien les abriera los ojos por un instante. Todo eso fue aprovechado por el jugador, que con su nivel de reconocimiento tanto a nivel local como en el mundo, era y es, un gran referente de la sociedad marfileña. Una semana después de ese discurso, los dos bandos acordaron un cese al fuego. Era una tregua en la guerra, pero el delantero sabía bien que todavía quedaba mucho por hacer. Por eso, en 2006, cuando recibió el premio a mejor futbolista africano del año, decidió regresar a su país para mostrar el trofeo. Eligió un lugar especial para hacerlo: la ciudad de Bouaké, una de las ocupadas por los rebeldes opositores al gobierno de turno. Allí, volvió a solicitar la unidad del pueblo.
Drogbá fue un paso más allá al año siguiente, con un partido de la selección nacional, en la misma ciudad. No fue fácil, pero con la mediación del futbolista, las autoridades del país accedieron a presenciar el partido en territorio ocupado por el enemigo durante los últimos cinco años. La mayor expresión que dejó ese partido sobre la unidad del país, fue la del presidente Gbagbo y el líder opositor Guillaume Soro, cantando el himno nacional uno al lado del otro.
La situación de Costa de Marfil sigue siendo inestable, ya sin guerra civil abierta -a excepción de un episodio en 2011- y Didier Drogbá continúa, ya retirado del fútbol profesional, con su labor humanitaria en aquel país. Construyendo hospitales con su propio dinero, con una sola condición: que la atención allí sea gratuita.
Así concluye la historia de este famoso y enorme delantero del fútbol contemporáneo, y una acción que lo dejó como más que un héroe. Y no fue convertir un gol. Fue el día que un jugador de fútbol detuvo una guerra.
Lionel Messi es considerado por muchos como el mejor jugador del planeta. Ese talento innato que tiene, es algo de otro mundo. Por eso, gran parte de la vida de La Pulga es muy conocida. Sin embargo, hay ciertas historias que para muchos son desconocidas. Por ejemplo, como la que te voy a contar hoy. El día en el que Leo, tuvo que jugar con una máscara protectora que le prestó una leyenda del Barcelona.
Desde muy pequeño, Messi demostró su gran amor y pasión por el fútbol. Y aunque tuvo que pasar por situaciones comprometedoras, Leo nunca se rindió. Como todos sabemos, pasó de ser un niño que no podía crecer, a un astro del balompié mundial.
En 2003, Messi ya se destacaba en el cadete del Barcelona. Era titular indiscutido, compartía vestuario con jugadores como: Victor Vázquez y Gerad Piqué. Ese equipo juvenil hizo historia. Ganaron la liga, el campeonato de Catalunya y el campeonato de España. Pero esto casi que no sucede. Leo pudo haberse perdido la final por un tremendo golpe.
Durante el partido de Liga con el Espanyol, Messi tuvo que salir de la cancha luego de recibir un fuerte golpe en su cara. Un golpe que lo dejó tirado en el suelo por varios minutos y muy dolorido. Por suerte, a pesar de su salida, el Barca logró consagrarse campeón de la liga por quinto año consecutivo.
Messi sufrió una fractura en el pómulo pero eso mucho no le importó.
Se acercaba un partido muy importante, la final de la Copa de Catalunya, en un nuevo derbi frente al Espanyol también, como era habitual. Los médicos le habían dicho que no podía jugar por lo menos por 15 días. Pero el rosarino no obedeció las órdenes y consiguió que un crack del Barcelona le prestara una máscara protectora. El que ayudó al pequeño Leo fue el mismísimo Carles Puyol, una leyenda que en ese momento era jugador del primer equipo catalán.
Carles había estado en una situación similar un tiempo antes, al chocar con un rival en un duelo de Champions. Y cuando la pulga le pidió su máscara para poder jugar, Puyol se la dio sin ningún problema.
Messi ya se sentía feliz por poder estar presente en aquella final. Sin embargo, después de los primeros minutos de juego, Leo se dio cuenta de que usando la máscara no podía ver nada y la poca visión que le quedaba, era disminuida por la transpiración que le generaba usar ese aparato. La máscara le quedaba grande pero Messi no pensaba decirlo. Sin meter por lo menos un gol, no quería que lo saquen de la cancha.
Cuando el rosarino se dio cuenta que no podía rendir con comodidad en el campo de juego, se sacó la máscara. Leo sabía que en cuanto el entrenador se dé cuenta, lo iba a sacar del partido. Por eso, utilizó toda su energía y marcó un doblete en menos de 5 minutos para darle un título más al equipo.
Messi siguió rompiéndola en las inferiores del blaugrana y tan solo unos años después ya estaba jugando junto a Puyol en Primera División.
Esta historia quedó en el pasado, aunque el 10 argentino, hasta el día de hoy, la recuerda muy bien. En una entrevista, contó que no se daba cuenta del peligro, de lo que podía llegar a pasar, que él quería jugar como sea.
Leo forjó su futuro a base de goles y jugadas fantásticas, demostrando que su amor por el fútbol es inmenso.
Por la historia del fútbol pasaron muchas leyendas que con sus vidas, pasión y talento marcaron un antes y un después.
Esta es la historia de Paulo Jorge Dos Santos Futre: el galáctico del Atlético de Madrid.
Paolo nació el 28 de febrero de 1966 en la ciudad de Montijo, Portugal. Allí comenzó a jugar al fútbol y a llamar la atención de los clubes más grandes del país. Con apenas 11 años, Futre fichó por el Sporting de Portugal, donde se formó en la primera división en 1983.
A los 17 años, Futre se consolidó como uno de los mayores talentos del fútbol portugués y 6 meses más tarde, debutó con su selección nacional ante Finlandia para convertirse en el jugador más joven en debutar con la selección portuguesa.
El delantero concretó su primera temporada como profesional marcando 3 goles en 24 partidos pero no contaba con la confianza de su entrenador y se marchó al Porto en 1984.
La figura era un extremo que desbordaba con facilidad y que además de una velocidad increíble, terminaba la jugada frente al arquero con calidad. Futre se convirtió en una pesadilla para los defensores rivales y con frecuencia encaraba con tanta potencia que parecía imparable.
Paolo era una figura formada e indiscutible del fútbol portugués y logró clasificar a la selección lusa para el mundial de México 86 luego de 20 años de ausencia.
En la temporada 86- 87 el extremo se convirtió en la figura de la Copa de Europa llevando a Porto a la final frente al Bayern Munich que se había adelantado en el marcador pero las actuaciones de Futre cambiaron el partido en el segundo tiempo. El 10 estuvo a punto de marcar un gol histórico pero participó con una asistencia clave para darle la primera Copa de Europa a los Dragones.
Ese fue su ultimo partido en el Porto, con el que en 3 temporadas marcó 28 goles en 94 partidos y ganó 2 ligas, 2 supercopas de Portugal y una Champions.
Luego de un excelente año, Futre se convirtió en el deseo de los clubes más grandes de Europa. El jugador luso ya tenía un acuerdo con el Inter pero el candidato a presidente del Atlético de Madrid convirtió a la estrella portuguesa en su baza electoral y tras convertirse en rojiblanco pagó 400 millones de pesetas por su transferencia.
Con solo 21 años, Futre se convirtió en el segundo fichaje más caro de la historia y le asignaban la cinta de capitán del conjunto colchonero.
En muy poco tiempo se convirtió en el gran ídolo del Atlético y en uno de los mejores jugadores del momento. A finales de 1987 estuvo a punto de ganar el balón de oro pero tuvo que conformarse con el de Plata tras salir segundo por un punto.
Eso no detuvo al genio portugués. Aunque no era goleador, Futre sirvió decisivas asistencias para que Manolo y Baltazar ganasen el trofeo Pichichi pero a pesar de su liderazgo, Futre no conseguía pasar del cuarto puesto en la Liga.
En la temporada 1990- 91 la suerte rojiblanca cambió. Futre fue clave en la conquista de su primer título como rojiblanco. Eliminaron a Madrid y Barca en la Copa y levantaron el trofeo real tras vencer 1-0 al Mallorca en el Santiago Bernabéu.
Con ese impulso, Paolo explotó como goleador en la campaña 91-92. El extremo portugués marcó 16 goles en esa temporada donde el Atleti se quedó a solo 2 puntos de ganar la Liga y consiguió su segunda Copa del Rey consecutiva Los rojiblancos vencieron al Real Madrid en la final y Paulo anotó el 2-0 definitivo.
En 1993 tendría que decirle adiós al equipo de su vida. El atlético vivía una crisis económica y el presidente y el jugador pactaron una mediática para vender al futbolista.
El Benfica pagó 600 millones de pesetas por Futre que regresaba a su país para jugar en los 3 grandes de Portugal. Con las águilas marcó 3 goles en 11 partidos pero a final de la temporada firmó por el Olympique de Marsella. El Marsella fue sancionado por un escándalo, descendió y lo expulsaron de competiciones europeas. Futre jugó solo 8 partidos y maró 2 goles en Francia pero tenía que buscar una salida.
Terminó marchándose a la Reggiana italiana pero en su debut sufrio una lesión en su rodilla que lo dejó 10 meses fuera de las canchas. El luso regresó en 1995 y aunque no pudo evitar el descenso de los granata , logró jugar 14 partidos, anotar 4 goles y jugar su último partido con la selección portuguesa.
Su recuperación de la lesión parecía un hecho y el Milan fichó a Futre para que jugase en la gira asiática. El portugués fue el mejor jugador de la pretemporada y se convirtió en el fichaje estrella de Berlusconi.
Parecía que Futre volvería a ser el de antes pero, solo seis meses después, tuvo que volver a ser operado de la rodilla. Con los rossoneri solo jugó un partido oficial y decidió probar suerte en Inglaterra.
En el West Ham jugó 9 partidos y debido a sus problemas con las lesiones, decidió dejar el fútbol a los 30 años de edad.
Ya retirado fue nombrado embajador del Atlético de Madrid y recibió una insignia de Oro. Comenzó participando en los partidillos del equipo pero su nivel seguía siendo bueno y le propusieron volver a jugar.
Futre comenzó la pretemporada con el equipo rojiblanco , marcó un golazo en Tenerife y fue recibido como estrella.
La leyenda rojiblanca jugó 215 partidos en 7 temporadas y marcó 52 goles como colchonero. Tras una amarga despedida, Futre volvió a jugar algunos partidos en la Liga japonesa pero en 1998 y con solo 32 años, se tuvo que retirar del fútbol.
Una de las bajas que puede sufrir un equipo en un partido de fútbol, es a través de la expulsión tras una tarjeta roja sacada ya sea de manera directa por el réferi, como por doble amarilla.
La expulsión que deja al grupo con uno menos, siempre complica los planes. Independientemente de si se está jugando una final o un partido amistoso, la inferioridad numérica siempre favorece al equipo rival, que aprovecha esa desventaja contraria a su favor para terminar dominando un partido que quizá venía peleando de manera pareja con su oponente.
Lo cierto es que siempre que pensamos en expulsiones famosas, nuestra mente se concentra en expulsiones dadas durante el transcurso del partido, dentro del territorio delimitado por la “línea de cal”.
Pero si uno revisa un poquito los registros de las tarjetas rojas a lo largo de la historia del fútbol, puede encontrarse con varios casos particulares en los que miembros de un equipo vieron el cartón colorado aún sin llegar a entrar en el campo de juego. De algunas de esas situaciones vamos a hablar en este video.
El primero de esos casos que vamos a repasar, es el de un argentino: Claudio Paul Caniggia. Fue el 12 de junio del año 2002, en un partido disputado por el Mundial de Corea-Japón en el estadio nipón Miyagi, la selección Argentina se enfrentaba a Suecia por el grupo F. El delantero sudamericano había sido convocado al equipo nacional después de muchos años, hecho que había sorprendido a todo el mundo, ya que el “Cani” jugaba en una liga de nivel inferior a sus compañeros, como es la Liga Escocesa.
El partido estaba empatado y eso dejaba afuera del certamen a la albiceleste. En un momento, impacientado por el cero en el arco sueco que no se rompía, el “Pájaro” Caniggia estalló en el banco de suplentes y mostró un comportamiento inexplicable en disconformidad con el árbitro del encuentro, el árabe Alí Bujsaim. Producto de una serie de gestos e insultos contra el magistrado, el jugador argentino fue expulsado sin haber jugado un minuto en esa Copa del Mundo. El “Pájaro” nunca había sido citado a la selección nacional para ser considerado como jugador desde el banco. Su última aparición en el campo de juego se registra en el Mundial de Estados Unidos 1994, cuando marcó los dos goles de la victoria por 2 a 1 frente a Nigeria y tuvo una inolvidable actuación en aquella jornada mundialista en Boston.
Otro jugador que recibió la pena máxima sin haber pisado el césped fue el arquero suplente del Real Betis Balonmpié, Joaquín Valerio. El partido enfrentaba al Betis en condición de visitante, contra el Albacete, en su estadio Carlos Belmonte.
Valerio, ex jugador del equipo local, estaba ya por salir a la cancha, preparándose con sus compañeros en el túnel, cuando vio que uno de los dirigentes de Albacete charlando muy amistosamente con el réferi del encuentro, Fidel Valle Gil. Cuatro años antes, el Alba había perdido el ascenso a Primera División, con el propio Valerio bajo los tres palos. El árbitro de aquel partido había sido Valle Gil, y parece que había existido alguna polémica. Entonces, enojadísimo, el ahora portero del Betis encaró al dirigente, en la cara del juez, le dijo básicamente: “¿Que hacés hablando con este gilipollas (PIIIP CENSURA MEDIO DEFASADO), con la que nos lió en Eibar?”, equipo del país vasco contra el que habían perdido el ascenso aquella vez. Ante la “ofensa”, Valle Gil le mostró la tarjeta roja, y no pudo estar ocupando su puesto en el banco, lo que hubiese sido fatal si el portero titular sufría algún percance, ya que el club no había llevado una tercera opción para la defensa de su valla. Por fortuna para el Betis, el partido terminó 0 a 0.
Para la última, volvemos a Argentina. Cancha de Banfield. La anécdota ocurrió el 22 de mayo de 1999. Carlos Leeb, jugador del conjunto local, corría de una punta a la otra al costado del campo de juego, preparándose para estar a punto cuando le tocara entrar al partido. Estaba realizando ejercicios pre-competitivos con un entusiasmo que no se había visto antes en el delantero. Es que, esa tarde, para Leeb el partido tenía un sentido especial. El “Taladro” se enfrentaba a Chacarita Juniors, ex club del atacante. No le preocupaba si lo ponían muchos minutos o solo para el silbatazo final. Él quería jugar.
Pero, quizá entre la emoción por lo que le significaba el compromiso, o por algo del destino, en un momento se distrajo y fue a tropezarse con uno de los asistentes, en uno de esos piques que estaba metiendo al costado de la cancha. El juez de línea, Gabriel Rivolta, llamó al juez principal para denunciar la “agresión”. Evidentemente, un accidente interpretado como una ofensa adrede terminó con la expulsión de Carlos Leeb. Desconsolado, el delantero se fue llorando a los vestuarios, al no haber podido concretar su ilusión, víctima de un hecho desafortunado y una injusta sanción arbitral.
Los goles en contra son verdaderamente situaciones lamentables que pueden ocurrir en el desarrollo de un partido de fútbol. Las lamentan la hinchada, el público en general, los jugadores, el cuerpo técnico, pero sobre todo el jugador que sufrió esa desgracia que puede significar marcar un autogol, por todo lo que eso conlleva para su equipo.
Pero como hemos visto, en la historia de este maravilloso deporte todo puede suceder.
Y es así que a través de ese recorrido trazado por esta disciplina, existe el registro de ocasiones en las que el objetivo principal de algunos elencos futbolísticos fue convertir un tanto en su propia meta.
Para hoy, les traigo tres anécdotas que son increíbles desde la primera hasta la última. Justamente esa del final, es un caso de Argentina que supera a las dos primeras. Por eso, te recomiendo que te quedes hasta el final.
Todas tienen un denominador común: cuestiones de reglamento hoy en día inentendibles, casi rozando lo absurdo.
El primer partido que vamos a repasar fue uno disputado por la edición 1994 de la Shell Caribbean Cup. Barbados le estaba ganando 2 a 1 a Granada pero, para pasar de ronda directamente, necesitaba ganar por una diferencia mínima de 2 goles. El reglamento decía que en caso de igualdad se jugaba una tanda de penales, la segunda mejor opción para Barbados que, apurados por el final del partido que se acercaba, se hicieron un gol en contra para poder alcanzar su objetivo desde el punto penal. Todo esto ante la mirada incrédula de todos los que estaban ese día presenciando el duelo. El conjunto rival, Granada, se vió obligado a “imitar el gesto”, ya que con la diferencia mínima pasaban de ronda, aún perdiendo. Inmediatamente cambió su estrategia de juego, y el plan fue buscar embocar la pelota en su propio arco. Ahí sí, el público, los periodistas, los fotógrafos, el que lo estuviera viendo por la tele o escuchando por la radio, todos vueltos locos por el evento único e insólito que estaban presenciando.
Finalmente Barbados logró impedir que su contrincantes se hicieran un gol a sí mismos, y la cosa se definió en penales. Barbados terminó ganando la serie 2 a 0 y consiguió pasar de fase.
Algo similar sucedió en la Tiger Cup asiática en 1998 entre dos selecciones: Tailandia e Indonesia. La diferencia, en este caso, era que los dos combinados ya estaban clasificados, pero ninguno quería enfrentarse a Vietnam, el conjunto anfitrión, en la fase siguiente de semifinal. El partido, que estaba empatado 2 a 2, terminó siendo para Tailandia, que no había podido evitar el gol en contra que, sobre el último minuto de juego, marcó el indonesio Mersyd Effendi.
Lo que el elenco ganador quiso evitar, terminó sucediendo en semifinales contra la selección local de Vietnam: paliza de los locales por 3 a 0. Tampoco le fue muy bien a Indonesia, que perdió con Singapur 2 a 1. Además del tiro por la culata, la Asociación de fútbol del Sudeste Asiático, sancionó a ambas selecciones con multas de 20.000 dólares en el caso de Indonesia, y 10.000 dólares en el caso de Tailandia.
Ahora sí, el caso sucedido en la Argentina tuvo lugar el 29 de julio de 1962, en el estadio General San Martín. Los equipos que jugaban ese día la final de la Zona F del Campeonato Argentino, eran: Mar del Plata, que jugaba de local, y los visitantes de Necochea.
En el partido de ida, los de Necochea habían ganado por 3 a 1. Y a pesar de que este encuentro, el de vuelta, terminó 2 a 2, no clasificaron. El reglamento establecía que, independientemente del resultado global, el partido no podía terminar en empate.
Debía jugarse un tiempo extra de 30 minutos con gol de oro, o se jugaba una tanda de cinco penales. En cualquiera de los dos casos, ahí sí sumaban para el resultado global. Y, si todo seguía sin goles… ¡Se tiraba una moneda! Una cosa increíble, pero en aquella época era tal cual lo están escuchando.
Para hacerla bien fácil, Necochea intentó hacerse un gol en contra, para que el resultado global quedara 5 a 4, el partido terminaba ahí, ellos perdían el match pero ganaban la serie, y la cosa no se estiraba más. Pero cuando los dueños de casa se percataron de la maniobra, se armó un despelote tremendo y una batalla a patadas y piñas limpias entre jugadores, auxiliares e hinchas que se habían metido en la cancha.
El juego fue suspendido y se acordó que el tiempo suplementario se retome a puertas cerradas y que, si Mar del Plata marcaba un gol, la cuestión se defina con un tercer duelo en Tandil. Y fue eso exactamente lo que pasó, hubo gol de Mar del Plata y fueron a jugar a Tandil. El desempate en ese tercer compromiso, ¡terminó empatado! Uno a uno en los noventa minutos y, en los penales definitivos, volvieron a empatar 4 a 4. Así como lo están escuchando, la serie de penales terminó igualada y no se pateó una sola bocha más. La tan dilatada final de la Zona F terminó siendo definida por una moneda lanzada al aire, el famoso “Cara o Seca”. El azar terminó favoreciendo a Necochea, que casi queda afuera, a pesar de haber ganado en la ida y empatado en la vuelta.
Un mediocampista que ganaba partidos en una jugada, con espíritu de delantero que cambió la historia del fútbol francés.
Se trata de Michel Platini, nació en Joeuf, Francia un 21 de junio de 1955 y comenzó su trayectoria como futbolista cuando tenía 11 años. Destacó en el equipo de su ciudad pero cuando cumplió 17 años se marchó al Nancy, donde dirigía su padre.
Debutó profesionalmente a sus 18 años y un año más tarde, sufrió una fuerte lesión en la rodilla izquierda por lo que estuvo de baja varios meses. Platini retornó con el Nancy en segunda división pero su excelente actuación marcando 17 goles lo hicieron protagonista de su regreso a Primera.
Michel se consolidó como uno de los mejores jóvenes del campeonato y solo en 4 temporadas estando en la máxima categoría convirtió 77 goles en 124 partidos. Su mayor éxito con el club francés fue en 1978, cuando ganó la Copa de Francia marcando el gol de la victoria ante el Niza.
En aquella etapa, Platini ya era titular en la selección francesa, donde debutó en 1976 y jugó su primera Copa del Mundo en Argentina 1978. Anotó su primer gol en un Mundial frente a los argentinos aunque su selección no pasó la primera fase.
Los grandes clubes europeos comenzaron a tener cierto interés por Platini y cuando acabó su contrato con el Nancy, en 1979 firmó por el mejor equipo de su país, el Saint-Étienne. Michel siguió creciendo como futbolista y se consolidó como una estrella. Marcó 82 goles en 145 partidos, ganó la Liga de 1981 y se despidió un año más tarde marcando dos goles en una final de Copa que perdió frente al Paris Saint Germain.
Ese fue el último partido de Platini con el Saint-Étienne antes de fichar por la Juventus, que lo tenía en la mira antes de destacarse con Francia en el Mundial 82.
El 10 completó un gran torneo, convirtiendo 2 goles y llevando a Francia hasta semifinales y su llegada a Italia dejó claro que el fichaje había sido un acierto. Demostró su visión de juego y su capacidad goleadora.
Llevó a la Juve hasta la final de la Copa de Europa. Pese a perder contra el Hamburgo y solo ganar la Copa de Italia, fue reconocido como el mejor jugador de Europa al ganar el Balón de Oro.
En la temporada 83-84 ganó la Liga Italiana y la Recopa de Europa siendo el máximo goleador del Calcio y culminar un año espectacular con su selección en la Eurocopa de Francia.
El Príncipe se había convertido en “Le Roi” y como Rey del fútbol europeo ganó su segundo balón de oro y consiguió llevar a la Juventus hasta la final de la Copa de Europa frente al Liverpool.
Aquella final se vió manchada por los incidentes que provocaron la famosa “Tragedia de Heysel”. 39 personas murieron aplastadas y pisoteadas y luego de 90 minutos de angustia, el partido se celebró en medio de un ambiente trágico.
Platini marcó el gol de la victoria tras un polémico penalti y aunque el trofeo se entregó en el vestuario, no hubo celebraciones. La Juventus hizo historia ganando su primera Copa de Europa y siendo el primer club en levantar los 3 trofeos de la UEFA.
La Juve y Platini se consagraron como los mejores del mundo tras ganar la Intercontinental frente a Argentinos Juniors y el Rey francés lograba ganar su tercer Balón de Oro.
El Nápoles de Maradona consiguió el Scudetto de 1987 y su rivalidad con el argentino se elevó a la liga italiana. El argentino destacaba en el sur y el galo enamoraba en el norte, protagonizando un duelo de genialidades, goles y asistencias que hacían debatir quién era el mejor.
A pesar de ser centrocampista, Platini logró ser el máximo goleador del Calcio durante 3 temporadas seguidas y en el verano de 1986 sería su último mundial.
La estrella llegó a México 86 con una tendinitis pero eso no evitó que marcase un gol ante Italia y otro ante Brasil para llevar a Francia hasta Semifinales. Donde perdería frente a Alemania.
Con su selección, Platini disputó 72 partidos y marcó 41 goles dejando un promedio goleador de más de un gol cada dos partidos.
Platini completó el peor año de su carrera con 0 títulos y solo 5 goles en 41 partidos. Agotado del juego duro de la Juventus, decidió colgar los botines con solo 32 años y recibió un homenaje en su partido despedida.
Después de 15 años de carrera, 652 partidos jugados y 354 goles convertidos, Le Roi se retiraba siendo uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol.
De los eventos nada esperados para un equipo de fútbol en un partido, las lesiones durante el juego son sin duda el ejemplo de los menos favorables. Afortunadamente, en el fútbol moderno existen las sustituciones, que no estaban permitidas hasta 1958.
Ya sean cambios estratégicos o por desgaste o lesión de un jugador, el máximo autorizado de modificaciones para cada equipo es de 3 en cada partido. Actualmente, en este contexto instalado por la pandemia del Covid 19, se permiten, por ahora, 5 reemplazos.
Sea cual sea el caso, lo cierto es que una vez llegado al tope de lo reglamentario, los equipos se quedan, ante una eventualidad, sin la posibilidad de suplantar a alguno de sus jugadores en campo por alguno de los de su banca.
Esto fue lo que sucedió aquel día de esta anécdota.
El escenario, el Estadio Municipal Paulo Machado de Carvalho, más conocido como Pacaembú, en la ciudad de São Paulo, Brasil.
Ese día, 26 de septiembre de 2004, se enfrentaban el conjunto local de Corinthians contra los visitantes de Goiás, por el campeonato brasileño de Primera División, el famoso Brasileirao.
El equipo formado por el entrenador Tite no era vistoso ni tenía mucho de ese “jogo bonito” brasileño, como sí lo tuvieron sus equipos de las siguientes temporadas en las que dirigió al Timao: 2010-2013 y 2014-2016. Era más bien un equipo bastante limitado que dependía del talento individual de figuras como Gil, Rosinei y el propio Fábio Baiano. Y digo el propio, porque el entonces mediocampista del Corinthians es el protagonista de nuestra historia.
El partido estaba empatado y hasta se podría decir que aburrido. No había habido grandes jugadas muy interesantes ni por parte de local, ni por parte de la visita.
Fueron unos primeros 45 minutos muy trabados, sin chances de gol claras para ninguno de los dos lados.
En el intervalo Tite realizó los dos cambios que le quedaban, luego de utilizar una de los comodines en la primera etapa, ingresando el defensor Edson y el atacante Jó.
Enseguida, en su primera intervención, el lateral derecho puso una pelota sobre el área para que el intento del delantero, también recién ingresado, se fuera por poco arriba del travesaño.
Corinthians empezaba a soltarse, cuando llegó la expulsión de Wendell tras una dura falta al rival Rodrigo Tabata.
Fábio Baiano ya empezaba a sufrir una tremenda contractura muy dolorosa en el muslo izquierdo.
Los dueños de casa jugaban con 10 jugadores, pero a medida que pasaban los minutos, parecía más que jugaban con 9. Nuestro personaje principal no daba más, rengueaba por el campo casi arrastrando la pierna.
En un momento se acercó a la zona del banco de suplentes con la intención clara de abandonar el partido. Quedaban 15 minutos de juego y no podía continuar a causa del dolor. El DT le salió al cruce: “Usted no sale, usted se queda en el campo”, le impuso. El Timao, si bien no peleaba en el campeonato, necesitaba los puntos para acercarse en la clasificación a la Copa Libertadores. El entrenador brasileño no quería darse el lujo de quedar con 9 jugadores en cancha. Así fue que director técnico y jugador protagonizaron, durante unos instantes en el Pacaembú, una discusión que terminó con una resignada sentencia por parte de Fábio Baiano: “Me quedo, pero no me pienso mover”.
Cuando el partido llegaba a los 43 minutos del segundo tiempo y el número ocho prácticamente se arrastraba por el campo de juego, una pelota de contraataque lo encontró solito en el medio de la cancha y, quizá movido por la pasión y la oportunidad y el aliento en cuello de la hinchada, encaró contra el arco rival. Cuando le salía al cruce el último defensor del Goiás que quedaba cerca, Fábio Baiano superó la marca y sacó un derechazo tremendo que voló 25 metros, pegó en el travesaño y murió en la red después de picar dentro del arco.
Como diciéndole “tenés razón”, el goleador del partido corrió sí, corrió ya con la adrenalina del gol en el cuerpo, a abrazarse con Tite.
Fábio Baiano sacó, aquel día en el Pacaembú, un derechazo heroico que, si bien no alcanzó para que su equipo entre a la Libertadores, consiguió, con ese 1 a 0, los puntos necesarios para clasificar a la Copa Sudamericana.
Luis Enrique Martínez fue uno de los mejores jugadores españoles de la década de los 90. Nació en la ciudad de Gijón y se formó en la cantera de Mareo con el sueño de jugar en el equipo de su ciudad, el Sporting de Gijón.
En la temporada 89-90 logró debutar en Primera División para convertirse en uno de los jugadores jóvenes más prometedores de la Liga. Una temporada después, Luis Enrique se consolidó y destacó como delantero titular anotando 14 goles. Uno de ellos fue muy famoso por romper el récord de imbatibilidad de Abel, el portero del Atlético de Madrid.
Con apenas 20 años, Luis era un jugador muy mediático que se convirtió en el objetivo de los 3 equipos grandes de España. Esa lucha por el fichaje la ganó el Real Madrid, que fue el único equipo dispuesto a pagar 250 mil millones de pesetas por su cláusula de rescisión .
En aquel entonces, Luis Enrique declaró para el diario MARCA que fichar por el Real Madrid era un sueño y que merecía ir a ese equipo aunque haya renunciado al 15 por ciento del traspaso que le ofrecía el Barcelona.
El Barcelona tenía interés en él pero su entrenador dijo que en ningún momento habían entrado en la lucha por su fichaje. Que era un buen jugador pero no la estrella que se decía.
Luis Enrique era un jugador muy entregado, por lo que tenía todo para convertirse en un símbolo de Madrid. Sin embargo, sus números en las primeras temporadas con el merengue fueron discretos. Comenzó a jugar como delantero pero su posición fue retrasando su posición hasta lateral derecho.
El Madrid vivía una época convulsa a la sombra del Dream Team y ni los entrenadores más reconocidos consiguieron ubicar al asturiano en una demarcación fija. De hecho, el español llegó a jugar en casi todas las posiciones del campo de juego.
En la temporada 94-95 Valdano llegó al banco madridista y Luis Enrique completó su mejor temporada jugando para los blancos. Como centrocampista jugó 35 partidos, marcando 4 goles que sirvieron para darle la liga al Real Madrid 4 años después. También marcó un tanto con especial significado frente al Barcelona en el Bernabéu, el cuarto de una noche mágica que acabó con el famoso 5-0.
Pese a su relevancia en el equipo, Luis Enrique nunca se convirtió en un ídolo del Bernabéu. La irregularidad de su juego generaba dudas en la tribuna blanca que en ocasiones le dedicaba numerosos silbidos.
Más tarde, la relación con la grada empeoró por el mal comienzo del equipo. Ante los malos resultados, Valdano comenzó a apostar por jugadores de la cantera (Raúl, Guti, Sandro, Álvaro) dejando de lado a Luis Enrique que vio varios partidos desde la grada.
La relación entre el jugador y el técnico argentino se había roto y el asturiano que acababa su contrato en junio de ese mismo año, comenzaba a hacer planes de cara a su futuro.
A los pocos meses, Valdano fue despedido y con Arsenio Iglesias en su lugar, Luis Enrique volvió a aparecer en las formaciones, aunque parecía que tenía decidido lo que quería y a mitad de la temporada comenzaron a aparecer rumores del interés del Barcelona para ficharlo. El centrocampista fue una petición del entrenador del equipo culé para reforzar un equipo en decadencia.
El Real Madrid finalizó una de las peores temporadas de su historia. Sin títulos, sexto en la Liga y fuera de Europa. Como se había previsto, Luis Enrique no renovó su contrato y concretó su etapa como madridista luego de 5 temporadas donde jugó 157 partidos y anotó solo 14 goles. El 28 de mayo y solo 3 días después de su último partido vestido de blanco, el Barcelona y Luis se reúnen en un hotel y hacen oficial el fichaje. Y así fue, respetó al equipo blanco hasta junio pero después no tuvo problema en renegar su pasado como jugador del Madrid. Decía que no se reconocía de blanco.
En el Barca, Luis Enrique explotó como futbolista, superó cifras goleadoras y se convirtió rápidamente en icono del barcelonismo. Su traición a los blancos y su gran rendimiento con la camiseta azulgrana convirtieron al gijonés en la furia de las tribunas madridistas que en cada visita al Bernabéu le cantaban el absurdo, racista y pegadizos cánticos.
Con el paso de los años, Luis Enrique se convertiría en una leyenda del Barcelona, siendo capitán y retirándose en 2004 tras vivir los mejores años de su carrera deportiva. Lucho jugó 333 partidos con los azulgrana y marcó 115 goles en 8 temporadas como culé.
En la historia de este deporte podemos encontrar equipos con nombres más o menos famosos; más o menos extravagantes; más o menos réplica de otros de Primera Divisón en clubes de divisiones inferiores, regionales; más o menos díficiles de pronunciar, etc.
Hoy vamos a hablar de un equipo que milita en la Welsh Alliance League Division 2, que es la cuarta categoría del fútbol galés.
Para conocer al club protagonista, hay que viajar a la isla de Anglesey, al noroeste de la costa de Gales.
La entidad fue fundada en 1899 como un equipo amateur, con la esperanza de ascender de categoría. El mismo año ingresó a la Norht Wales Coast League, una liga de la cuarta división en el norte del país.
Ahora sí. La característica tan particular del nombre de este equipo es doble: lo increíblemente imposible de pronunciarlo, y la cantidad de letras. Es que, de verdad, habría que tomar mucho aire…y saber hablar galés que, bueno, está bastante lejos de nuestro abierto español. La denominación del combinado galés responde a la del pueblo que lo aloja dentro de la isla de Anglesey:
Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch
Originalmente, el pueblo tenía un nombre más corto, Llanfairpwllgwyngyll, pero en los años 20, cambiaron por el actual larguísimo, como estrategia para atraer turistas.
Al mismo tiempo, el cuadro de fútbol fundado en un principio como Llanfair Rovers, adoptó esta identificación.
Repasemos algunos datos que podemos resaltar de la larga historia del Llanfairpwllgwyngyll.
En sus 121 años de existencia, el conjunto galés salió campeón en tan solo dos oportunidades.
Llanfairpwll FC, como se lo conoce con su abreviatura, se coronó por primera vez campeón de la Welsh Alliance League en la temporada 1987-88, casi cien años después de su fundación.
La segunda vez que consiguieron el título máximo de su categoría fue en la edición 2000-01. Desde entonces no lograron obtener el trofeo de campeón. En tres oportunidades consiguieron la medalla de subcampeón pero eso ha sido todo.
Lo que al Llanfairpwll no le faltan, además de letras en su nombre, son equipos en las inferiores del club. En el poblado de Anglesey hay varios rivales que compiten en la misma categoría, pero solo el Llanfair tiene juveniles en todas las divisiones.Categorías sub 13, sub 15, sub 17, etc. Además de un nombre larguísimo, este sería otro “récord” que ostenta el club.
El equipo cuenta con 150 aficionados fieles que acuden a cada partido en el modesto estadio Maes Eilian, para ver jugar al equipo con el nombre más largo del mundo.Y, por último, si se preguntan cúal es el significado de toda esa combinación y sumatoria de letras, la traducción sería, en español, lo que parecieran ser las indicaciones para encontrar un lugar de fábula: “Iglesia de Santa María en el hueco del avellano blanco cerca de un torbellino rápido y la iglesia de San Tisilio cerca de la gruta roja”.
En el fútbol, lo más bonito del juego es el gol. Y puede venir de un montón de formas. De cabeza, de volea, de chilena, de penal, de taquito, por arriba, por abajo. Pero el espectáculo se potencia cuando hay varios goles por partido y, entonces, las tribunas se transforman en una verdadera fiesta de los espectadores.
En esos casos donde hay muchos goles en un duelo, suele darse lo que algunos periodistas denominan como “hat-trick”, que es básicamente cuando un jugador convierte tres tantos en el mismo encuentro.
Jugadores como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Robert Lewandoski, Luis Suárez, Zlatan Ibrahimovic, encabezan el ranking de futbolistas con más hat-tricks en el mundo.
Ya de por sí, este fenómeno no es cosa de todos los partidos. Pero, por lo general, son los atacantes de un equipo los más proclives a conquistar esta marca.
Mucho menos visto, aunque sucede, es el caso de un defensor conquistando los tres tantos en un match.
Pero aún más extraño es el caso del zaguero central del West Ham United, Alvin Martin, que en un partido frente al Newcastle United por la Primera División inglesa, consiguió una tripleta ante tres arqueros diferentes. Como ya se imaginarán, esto tiene una explicación.
Ese día, 21 de abril de 1986, el compromiso tuvo lugar en el estadio Uptown Park, de Londres. Durante el primer tiempo, luego de un centro de su compañero Alan Devonshire desde la izquierda, el jugador del West Ham empujó la pelota con su pierna derecha, y logró doblegar la resistencia del guardameta galés Martin Thomas.
Para el segundo tiempo, con el marcador ya 4 a 0 a favor del equipo local, el West Ham, el portero del Newcastle United chocó contra un delantero rival y se lesionó los ligamentos del hombro derecho. El portero visitante no iba a poder continuar el partido. Pero su equipo tenía un problema: el único suplente autorizado en ese entonces por la Football Association era el volante Ian Stewart. El cambio se realizó, pero finalmente en el arco pusieron al mediocampista que ya estaba en cancha, Chris Hedworth.
Habían pasado muy pocos segundos desde que se reanudara el juego luego de la modificación, cuando Alvin Martin volvió al área rival para cabecear un córner desde la derecha, pateado por el lateral Mark Ward. El frentazo venció las manos de Hedworth y amplió a 5 la diferencia a favor de los dueños de casa. En la improvisada maniobra del mediocampista en un puesto que no era el suyo, queriendo evitar el gol, chocó contra su palo derecho y se fracturó la clavícula. El segundo “arquero” que debía dejar la cancha, y el segundo para Martin.
Ahora sí, el Newcastle se había quedado sin sustituciones, por lo que quedó con un hombre menos y con un arco que tenía que ser cubierto por alguno de los futbolistas de campo. El designado para defender la valla local, fue el delantero Peter Beardsley.
Cuando faltaban seis minutos para que finalice el duelo, y con el tablero ya registrando una increíble goleada de 7 a 0 en el Uptown Park, el defensor visitante Glenn Roeder cometió
En la década de los años 40, el Torino F.C., que es el club que nos interesa para este relato, estaba a muy pocas jornadas de ganar por quinta vez consecutiva la Liga Italiana. El 4 de mayo de 1949 sucedió algo que iba a marcar la historia del club para siempre.
Cuando regresaban a sus hogares luego de un partido amistoso contra el Benfica, el avión que los transportaba, piloteado por el teniente coronel Luigi Meroni, se estrelló sobre la cúpula de la Basílica de Superga. Todos los futbolistas fallecieron en el accidente. Cuando el Torino estaba ganando todo, llegó este sacudón del destino, del cual le costó muchos años poder recuperarse.
Para mediados de la década del 60, parecía que una nueva generación de jugadores podía devolverle aquella gloria de la que había gozado 20 años antes.
La figura de ese equipo era un joven llamado Luigi “Gigi” Meroni, pero sin relación alguna con el piloto de la tragedia de Superga. Podríamos decir que ese nombre “prohibido” iba, ahora, a ser sinónimo de alegría, goles y triunfos. Lo que no podemos negar es que parece una broma del destino.
El jugador había llegado a sus 20 años a la ciudad de Turín. Venía de jugar en el Genoa, club en el que no había jugado demasiado, pero sí lo suficiente para demostrar su gran talento y despertar el interés de los directivos del club Granata.
Con ese talento, en tres temporadas se convirtió en el ídolo del club. Meroni era un distinto, dentro y fuera de la cancha. En el campo de juego era un jugador rápido, al que le gustaba encarar y gambetear, dar asistencias y hacer jugar a sus compañeros. Fuera de los estadios, un tipo diferente. Escuchaba jazz y era fan de los Beatles, pintaba cuadros y escribía poesía, no vivía en las típicas casas de los típicos barrios donde vivían los futbolistas de los grandes clubes y vivía una vida muy distinta a la de sus compañeros, mucho más relajada y con menos pretensiones. Usaba barba y se lo veía a menudo paseando a su particular mascota: una gallina.
Su alto nivel futbolístico hizo que el odiado rival de la ciudad, la Juventus, pusiera su mirada en él. La oferta presentada al Torino era tan generosa que fue la mayor hecha a un futbolista hasta el momento. Cuando parecía que el equipo arrancaba la siguiente temporada sin su estrella, la afición se rebeló y organizó una presión sobre los dirigentes, tal que Gigi terminó quedándose en el Toro.
La tarde del 15 de octubre de 1967, el equipo de Gigi venía de ganar por 4 a 2 a la Sampdoria. Después del partido, los jugadores regresaron al hotel donde estaban concentrados. Para distraerse un poco y disfrutar de la victoria obtenida, Meroni invitó a su compañero Fabrizio Poletti a tomar algo en una heladería que estaba al otro lado de la calle Corso Re Humberto.
Por esa calle venía conduciendo un jovencito de 19 años llamado Attilio Romero, fanático del Torino y de Meroni, de quien tenía pósters cubriendo toda su habitación.
Cuando los jugadores estaban cruzando, Romero no vio, o vio y no llegó a frenar -acá las versiones difieren un poco- y terminó atropellando a Gigi. Poletti alcanzó a esquivar el auto, pero Meroni fue embestido y lanzado hasta la otra vereda. Fue trasladado al hospital, donde murió minutos más tarde.
Esa misma noche, el conductor del auto se presentó de forma espontánea en la comisaría, para declararse responsable del hecho. Fue acusado de homicidio culposo. Pero gracias a que su padre intervino y le puso los mejores abogados, fue absuelto tras pagar una altísima fianza, y se salvó de ir a la cárcel.
33 años más tarde, después de una gran carrera como directivo de la empresa de automóviles Fiat, fue elegido como presidente del club Torino F.C.
La nueva conducción arrancó con el pie derecho: cuando estaban a punto de descender, cambiaron de entrenador y consiguieron ocho victorias consecutivas. Quizás embriagado por el éxito repentino, Attilio Romero empezó a gastar dinero de donde no tenía para contratar figuras que le devolvieran el esplendor de aquel equipo de los años 40. Los resultados fueron pésimos tanto futbolísticamente, como económicamente hablando. Torino terminó último en la temporada 2002-2003, y volvió a descender. Esta vez con una desgracia extra: la quiebra. Attilio Romero, responsable de la muerte del ídolo en el 67, fue condenado por fraude, malversación de fondos y violación de la ley de facturación.
Romero, que había logrado eludir la prisión tantos años antes, por el homicidio del ídolo Gigi Meroni, fue sentenciado a 2 años y medio de prisión, por lo que podríamos llamar un segundo homicidio: esta vez contra la institución.