Manchester United sufrió en 120 minutos las mismas intermitencias que ha vivido a lo largo de la temporada. Finalmente, logró salir airoso para clasificarse al juego decisivo de la FA Cup, ya que derrotó a Coventry por 4-2 en los penales, luego del empate 3-3 en el tiempo de juego.
Aunque estuvo al frente en el marcador gracias a los goles de Scott McTominay a los 22 minutos, Harry Maguire a los 45' y Bruno Fernandes a los 12' de la segunda mitad, el conjunto que figura 8º en el Championship (2ª división inglesa) tuvo una reacción asombrosa para extender la historia.
Ellis Simmons inició la remontada a los 25', en lo que parecía un gol que iba a decorar el marcador. Sin embargo, se hizo realidad a partir de las posteriores conquistas de Callum O'Hare a los 33' y Haji Wright a los 49' para ponerle misterio a la semifinal en Wembley.
Lo cierto es que las diferencias de categoría entre uno y otro dejaron de notarse tras la gran presión ejercida por Coventry, que le valió llegar al empate y hasta conducir la definición a los tiros desde los 12 pasos.
En esa instancia, Casemiro falló el primero de su equipo y puso en alerta a los Red Devils, ya que sus rivales anotaron sus dos primeros. Hasta que André Onana apareció para taparle el disparo a O'Hare, mientras que Ben Sheaf erró el restante.
Los aciertos de Diogo Dalot, Christian Eriksen, Fernandes y Rasmus Hojlund sellaron el éxito de un conjunto que avanzó por segundo año consecutivo a la final de la Copa de Inglaterra.
Y será una repetición de la edición 2022/23, en la que se midió con Manchester City y cayó 2-1 en Wembley. El último de sus 12 títulos en la FA Cup, el United lo consiguió en 2016.
Foto: James Baylis – AMA/Getty Images