Bayern Munich pareciera estar pidiendo la hora en medio de una temporada de enorme fragilidad. Al menos esta acción simbólica corre para la Bundesliga, para la cual ya resignó sus opciones al título a expensas de Bayer Leverkusen.
El equipo de Thomas Tuchel viene de perder 3-2 a manos de Heidenheim, después de haber tenido ventaja de dos goles por obra de Harry Kane y Serge Gnabry durante la primera mitad, pero una floja actuación en el complemento lo llevó a quedar de rodillas en su visita al Voith-Arena.
Fue inevitable, entonces, que desde la institución de Baviera salieran a criticar con fuerza después de la segunda caída consecutiva, que lo deja a 16 puntos respecto del líder, cuando restan 18 unidades en juego (seis jornadas).
Max Eberl, miembro de la junta directiva del club que ganara las últimas 11 ediciones de la liga alemana, lamentó la reciente presentación del equipo y mira con preocupación la inminente ida de los cuartos de final de la Champions League, el martes, en Inglaterra ante Arsenal.
"Deberíamos sentirnos un poco avergonzados y representar el escudo de armas de Baviera de una manera más digna", expresó el dirigente luego de la sexta victoria en la actual campaña de la Bundesliga.
Asimismo, Eberl llamó a levantarse atacando el orgullo de sus jugadores. "Podemos deshacernos rápidamente de la arrogancia, todavía no estamos en la Liga de Campeones. Creo que hay mucho que cambiar", señaló.
Por otra parte, quiso salir en defensa de Tuchel: "Thomas estuvo muy emocionado durante la semana, dejó todo en la sala de reuniones. Si te devuelven algo así (con la actuación), definitivamente no es lo que se merecía".
Y en cuanto a sus futbolistas, el directivo disparó: "Todos son jugadores nacionales son campeones de Alemania y campeones de la Liga de Campeones. Espero más virilidad. Esa no es la cara del FC Bayern".
Foto: Stefan Matzke – sampics/Corbis via Getty Images