En el Molineux Stadium y por la séptima fecha de la Premier League, Manchester City le dijo adiós a su puntaje perfecto al caer por 2-1 contra Wolverhampton. Finalizado el encuentro, Pep Guardiola lo analizó y contó como fue dirigir desde un palco.
“Felicitaciones a los Wolves, defendieron muy bien. Nosotros tuvimos nuestros momentos, pero no hicimos nuestro proceso correctamente para atacar (con) un poco más de fluidez y por eso nos costó", señaló el entrenador en primer lugar.
“Y en las transiciones (Pedro) Neto (que fue clave para el primer gol) fue mejor que nosotros, entonces nos ganaron en esa situación. Cuando defienden tan bien, (Mateo) Kovacic o Ruben tienen que atacar a los defensores centrales del rival y nosotros no lo hicimos, por eso fue más difícil", continuó.
Y completó: “El rival jugó muy bien, defendió muy bien y luego, cuando contactó con los jugadores de ataque, éstos tuvieron la capacidad de mantener el control, conducir, driblar y derribarte. Son fuertes".
Por otra parte, sobre tener que seguir los acontecimientos desde un palco, al cumplir la fecha de suspensión por las tres tarjetas amarillas acumuladas, el español comentó: “La vista es perfecta".
"El problema es cuando estás tenés que quedarte en el hotel. Pero te permiten estar aquí… en la Champions no puede pasar. Hablé antes del partido, en el descanso y después del partido. Durante el juego puedes involucrarte en algo, pero no mucho”, agregó.
Por último, consultado por la decisión de reemplazar a Matheus Nunes en el entretiempo, Pep declaró: “Necesitaba más dinamismo. Oscar (Bobb) es realmente bueno para encontrar en espacios pequeños la creatividad que tiene. Esa fue la razón, no porque no estuviera jugando nada bien. Es solo porque pensé que Oscar podría darnos algo diferente”.
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