La capitana de Francia, Wendie Renard, está dispuesta a regresar a la Selección gala después de participar en una revuelta de jugadoras que derivó en el despido de la entrenadora Corinne Deacon.
El mes pasado, la defensora del Lyon anunció que no jugaría en la Copa del Mundo de este año bajo el liderazgo de Deacon, una postura que fue replicada por las delanteras Kadidiatou Diani y Marie-Antoinette Katoto.
Posteriormente, Deacon acusó a sus detractoras de participar en "una operación de desestabilización", pero la Federación Francesa de Fútbol (FFF) la destituyó de su cargo tras una reunión de su comité ejecutivo.
La FFF dijo que una "fractura" entre Deacon y las jugadoras veteranas había "llegado a un punto sin retorno que perjudica los intereses de la selección nacional".
A raíz de esa decisión, Renard, quien ganó 142 partidos internacionales y participó de tres Copas del Mundo, está abierta a regresar, si el futuro entrenador desea llamarla.
"Es el entrenador quien me seleccionará si me desempeño bien con mi club… pero ¿por qué no?. Soy una competidora de corazón. Me encanta esta camiseta y quiero hacer todo lo posible para ganar un título con ella", declaró en diálogo con radio Europa 1.
A pesar de haber tomado la decisión de despedir a Deacon, la FFF criticó el boicot de las jugadoras, afirmando que actuar de tal manera "para expresar sus críticas ya no era aceptable en el futuro".
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