No hay dudas de que Xavi Hernández es una figura histórica en Barcelona. En su gloriosa época como jugador, se ganó un gran respeto en el ambiente, el trasladó a una importante función como la de entrenador, como la que cumple en la actualidad.
Sin embargo, bajo su rol como técnico, la crítica sobre su persona no le fue esquiva. De hecho, apareció con fuerza tras la eliminación en la UEFA Europa League, a manos de Manchester United, certamen al que llegó después de haber sufrido la temprana salida en fase de grupos en la Champions.
Así como al ex mediocampista le llegaron los comentarios en su contra, también lo rodearon serias dudas en su continuidad al mando del Blaugrana, luego de la serie de sucesos adversos en una temporada en la que LaLiga aparece como su mejor resguardo, en caso de obtenerla, por su cómodo liderazgo.
De momento, el compromiso del DT es firme con el conjunto catalán y sueña con que sea eterno, lo que, este martes, en un acto en Tarrassa. Aunque fue sincero y reconoció que su trabajo está juzgado en base a los resultados y que influirán en una determinación hacia su permanencia.
Después de que el presidente del Barça, Joan Laporta, manifestara su intención por extender su vínculo, Xavi expresó ante los medios: "Estaría toda la vida en Barcelona, es mi casa, pero dependo de los resultados. Joan es mi amigo. El Barça tiene mucha suerte de tener un presidente como él. Es muy fiable y va de cara".
Y continuó: "Esto no va de dinero ni años de contrato, sino de querer que al club vaya bien. El día que sienta que no convenzo a los jugadores, me iré a casa. Primero, los resultados. Después, ya hablaremos de mi futuro".
En cuanto a las críticas, el retirado volante indicó: "Estoy constantemente juzgado y criticado. Hay muchos momentos en los que no compensa ser entrenador del Barça. Y más si eres culé. Es muy duro cuando te dicen que no sirves o no tienes personalidad".
En la misma línea, reconoció: "Los peores días de mi vida han sido como entrenador del Barça. En muchos casos, me he hecho la pregunta de si lo vale. No necesito nada a nivel económico, pero soy de Barcelona y quiero ayudar al club".
Consultado por su estilo de juego y la filosofía de Barcelona, el estratega asumió: "Si alguien representa el ADN Barça, soy yo. Yo quiero que mi equipo tenga el balón. Tengo sudor frío cuando no es así. Nunca en mi vida traicionaría el estilo que me ha dado de comer".
Por último, se refirió al momento del cuadro azulgrana en el campeonato y dijo: "Todo el mundo hubiera firmado estar a nueve puntos de Real Madrid en marzo. Estoy muy orgulloso de mis jugadores, van entendiendo las cosas que les transmito y esto se disfruta mucho".
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