Poco más de 2000 habitantes y apenas sobrepasando las 1000 viviendas conforman Calchín , un pequeño pueblo ubicado al oeste de la provincia de Córdoba. Es un lugar tranquilo, pero ahora está revolucionado.
Después de ganar la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022 con la Selección Argentina , Julián Álvarez está haciendo su regreso a la ciudad que lo vio nacer y ahora lo ve volver como un verdadero héroe. O un superhéroe en realidad.
Tras lo que fue la caravana con todo el plantel de la Albiceleste por las calles de Buenos Aires ante la mirada de cinco millones de fanáticos, la Araña llegó a su casa y todos los residentes de la localización lo recibieron entre cánticos y saludos.
Con 36 grados de calor, la idea fue la mejor para el recorrido: el delantero de Manchester City atravesó los puntos del pueblo en el techo de un autobomba con su familia mientras ofrecía la Copa del Mundo a su gente.
La algarabía no es para menos. Y es que el ex futbolista de River Plate llegó a Medio Oriente como suplente de la Celeste y Blanca, pero con pocos minutos en cancha obtuvo la titularidad. Lionel Scaloni lo eligió y fue recompensado con cuatro goles: uno contra Polonia, otro ante Australia y dos en la semifinal mundialista frente a Croacia.
Álvarez será nombrado como ciudadano ilustre de Calchín y el estadio del club que vio jugar al «9» de la Selección en su infancia llevará su nombre. Nada mal para alguien que recién tiene 22 años.
Tocará pasar las fiestas con su círculo más íntimo en Córdoba y, no dentro de mucho, tomarse otro avión que lo lleve de regreso a Inglaterra para ponerse a las órdenes de quien le depositó su total confianza en Manchester City: Pep Guardiola.
Lo cierto es que la Araña es presente y futuro de Argentina, que en el 2023 empezará a lucir el parche de campeón del mundo en su camiseta mientras arranque las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial del 2026, donde Julián estará para agigantar todavía más su figura.
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