Desde hace tiempo que Harry Maguire ha estado en el centro de la escena, pero de una manera indeseada. Es que su bajo desempeño y constantes fallos tanto en Manchester United como en la Premier League ocasionaron que sea objetivo de fuertes críticas.
Tal situación con la que lidia el defensor central también se dio por la exigencia que le generó su alto e histórico costo por el que llegó a los Red Devils, de unos 88 millones de euros, a mediados de 2019, procedente de Leicester.
Los cuestionamientos crecieron con el paso de las temporadas, al punto que, en la presente, su nuevo entrenador en Old Trafford, Erik ten Hag, agotó su confianza hasta relegarlo al banco. Casualmente, el elenco rojo ganó todos los partidos en los que el zaguero permaneció como suplente o apenas sumó minutos. Claro, estos registros, alimentaron a los detractores.
Sin embargo, el jugador, de 29 años, cree que las palabras negativas hacia su nivel son producto de los medios y no tienen justificación alguna. De hecho, les quitó importancia al asegurar que no hace caso a su entorno dado que confía en sus características.
En diálogo con talkSport, Maguire sostuvo: «No me fijo en nadie más ni en lo que la gente está diciendo. Creo que, si la gente pudiera hacer una historia sobre mí, que soy el capitán de Manchester United, sería una gran noticia».
Y sentenció: «Esa es la razón por la que lo hacen, les gustan los clicks y cosas así, pero entré en la Eurocopa después de una lesión de ocho semanas, sin haber jugado un solo partido antes, e ingresé en el equipo del torneo».
Las críticas hacia el inglés surgieron nuevamente el viernes, luego de que los Three Lions sufrieran el duro golpe de descender a la Liga B, de la UEFA Nations League, para la próxima edición. Esto se dio tras la derrota con Italia, por 1-0, en la que el defensa no tuvo una buena noche en Milán.
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