Si hay algo de lo que no queda ninguna duda dentro del mundo Boca es que el principal objetivo todos los años es la Copa Libertadores. Apenas llega un jugador nuevo se les hace sentir esa presión con todo lo que significa. Y eso implica enfocarse sí o sí en el certamen continental. Y este año no es la excepción: una vez más el Xeneize irá por la tan ansiada séptima.
Este año se reforzó para ir desde el primer partido a demostrar lo que es Boca en este tipo de competencias. La llegada de Benedetto (delantero), como principal refuerzo, sumado a Leandro Brey (arquero), Jorge Nicolás Figal (defensor) y Pol Fernández (volante), demuestra que el club incorporó a uno por línea con el fin de no mancarse a mitad de temporada y tenga que decidir entre un torneo u otro, porque no hay que olvidarse que ¡Esto es Boca! (Questo è Boca) y deben ser protagonistas en todas las competencias.
Pero ya en el inicio de la Copa tendrá una dificultad no menor que deberá afrontar. En el último partido de la edición pasada, Boca quedó eliminado a manos de Atlético Mineiro (y para muchos, del VAR) y cuando se iban a los vestuarios se desató una gresca entre los futbolistas y allegados de un lado y del otro. Consecuencia de esto fue sanciones para los jugadores Sebastián Villa y Cristian Pavón (con seis partidos de sanción cada uno), Marcos Rojo (5), Carlos Izquierdoz (4), Diego Pulpo González (3) y Javier García (2).
Desde entonces, el club de La Ribera ha intentado reducir las condenas desde distintos ángulos (inclusive con un aparente acercamiento de Riquelme con el presidente de la CONMEBOL). Pero este jueves, mientras todos estábamos distraídos con la Selección Argentina y las eliminatorias, el organismo sudamericano rechazó la apelación y ratificó las sanciones.
Al menos, hubo una preocupación que terminó descartada. Y es que Figal, uno de sus refuerzos, arrastraba una sanción de cuando todavía era jugador de Independiente en agosto del 2019 jugando por Copa Sudamericana. Una expulsión por doble amarilla obligaba a perderse una fecha en torneos de CONMEBOL. Pero el reglamento afirma que en estos casos, prescriben un año después de la sanción, por lo que en el caso del defensor de Boca podrá disputar sin problemas el inicio de la Libertadores.