En este 2022, Argentina se está poniendo a tiro y con la venta de Julian Álvarez al Manchester City, River, se posiciona como uno de los mejores de Sudamérica. Es que esa suma de dinero le permitirá al Millonario incorporar nuevas caras para pelearle a los brasileños en la Copa Libertadores. Además de haber repatriado a Juanfer Quintero. Otro equipo argentino que no se queda atrás es Boca, quien sumó a Darío Benedetto y Figal.
Sin embargo, los equipos argentinos parecen seguir detrás de los brasileños, que ya contaban con planteles repletos de estrellas y tienen margen económico para seguir sumando jugadores relevantes a sus filas. Como quizás es el caso de Flamengo.
El Mengao, último subcampeón de la Copa Libertadores, tiene en su plantel grandísimos futbolistas, de la talla de David Luiz, Felipe Luis, Gabigol y Giorgian De Arrascaeta, que renovó su vínculo hace poco. De todas maneras, quienes manejan al club y su entrenador, Paulo Sousa, consideran que es necesario algo más. Ahora busca a un joven jugador brasileño que está en Europa y por el que debería desembolsar una fortuna que, según cuentan, está dispuesto a hacerlo.
Se trata nada menos que de Everton Sousa, el ex Gremio que salió campeón de la Copa Libertadores 2017 con el equipo de Porto Alegre y fue uno de los futbolistas más destacados de aquel equipo. Tan bueno fue su rendimiento que en 2020 pasó al Benfica, a cambio de 20 millones de euros y fue convocado por la selección. Aunque el Portugal no consiguió afianzarse como esperaba: con Jorge Jesús, ex DT de Flamengo, que estuvo hace poco en el Benfica, jugó poco y nada y recién ahora está teniendo rodaje.
El Flamengo quiere tenerlo y, según lo que dice UOL Esporte, pondría sobre la mesa 15 millones de euros, algo menos que lo que había invertido el equipo portugués. Pero eso no es todo: también ofrecería a Ramón, un juvenil de 20 años, como parte de la negociación.
La parte económica parece estar solucionada. Incluso, afirman desde Brasil, que el Mengao podría estirarse un poco más si así lo considera el Benfica. El problema es que el club portugués no está del todo interesado en sacárselo de encima y menos a una liga sudamericana: cree que puede sacar más plata si el jugador tiene un buen rendimiento y es buscado por equipos de España o Inglaterra.