Se cumplen 20 años de aquel trágico 2001 donde en Argentina se daba un estallido social que dejó un saldo de 39 muertos. Las calles de las principales ciudades del país estaban inundadas de revueltas, caos y violencia. La bomba de tiempo había estallado.
En medio de toda esta revolución, el fútbol no era ageno, pero sí se seguía jugando. El campeonato Apertura lo pelearon hasta el final, mano a mano, River y Racing. La anteúltima fecha (18) se jugó el fin de semana del 14 al 16 de diciembre. Ambos finalizaron la fecha con 39 puntos para la Academia y 38 para el Millonario.
Solo faltaba 1 fecha por disputarse y, pum, el estallido. Capital Federal, donde se tenían que definir los últimos 2 partidos de los equipos que tenían la chance de salir campeón (River de local ante Rosario Central y Racing como visitante ante Vélez) era un hervidero. Pero para don Julio Grondona, el fútbol se tenía que definir sí o sí.
Así fue que se programó esos dos partidos para el jueves 27 de diciembre a las 17:00. El Millonario cumplió con creces su tarea y venció 6 a 1 a Central de local a la espera del resultado de los de Avellaneda. Mientras que en Liniers el clima no estaba muy lejos de lo que estaba ocurriendo en el país. Todo estaba muy caliente.
Después de un primer tiempo muy peleado, en el segundo tiempo llegó el gol de la Academia a los 53′. Tiro libre del colombiano Gerardo Bedoya para que Gabriel Loeschbor quede solo detrás de todo y meta la cabeza para el 1 a 0, desatando la locura de todo el pueblo racinguista que había esperado aquel momento durante muchísimo tiempo.
Pero a los 77′, centro de Juan Carlos Falcón (Vélez) fue cortado por la cabeza de Martín Vitali que se la regaló involuntariamente a Mariano Chirumbolo que anotó el gol del empate. Y nuevamente la angustia. Racing siendo Racing. Sufriendo hasta el final.
Todo se transformó en un partido que se vivía realmente como lo que era, una defición por el campeonato. Era lógico desde el lado de Racing, pero Vélez, que estaba en el 14° puesto y no peleaba por nada, jugó como que sí lo hiciera. Así fue como un patadón desde atrás en mitad de cancha a Pepe Chatruc de Jonás Gutiérrez hizo que el Fortín se quede con 1 menos a los 84 minutos del partido.
Llegó el final del partido y al Racing de Mostaza Merlo, con el empate, le alcanzó para coronarse campeón después de 35 años, ante sus 28 mil hinchas que estuvieron ese día en Liniers.