El diario Correio da Manha siguió de cerca el asalto y explicó detalles: «Una banda esperó al central del Benfica, que fue maniatado y a quien le pusieron un cinturón al rededor del cuello para evitar cualquier reacción» contó el medio portugués.
Los delincuentes sabían que Otamendi regresaría del partido por la Liga de Portugal. Por eso, lo esperaron, inmovilizaron y obligaron a entrar a su habitación donde se encontraban su esposa y su hijo. De la propiedad del defensor se llevaron joyas, relojes y dinero en efectivo.
A través de un comunicado, el Benfica aseguró que el jugador y su familia se encuentran bien pese al susto que han pasado: “Benfica confirma que Otamendi fue víctima de un asalto en su residencia durante la madrugada de hoy. El futbolista y su familia se encuentran bien pese a la incomodidad por la situación vivida.» detalló el club.