En el fútbol, lo más bonito del juego es el gol. Y puede venir de un montón de formas. De cabeza, de volea, de chilena, de penal, de taquito, por arriba, por abajo. Pero el espectáculo se potencia cuando hay varios goles por partido y, entonces, las tribunas se transforman en una verdadera fiesta de los espectadores.
En esos casos donde hay muchos goles en un duelo, suele darse lo que algunos periodistas denominan como “hat-trick”, que es básicamente cuando un jugador convierte tres tantos en el mismo encuentro.
Jugadores como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Robert Lewandoski, Luis Suárez, Zlatan Ibrahimovic, encabezan el ranking de futbolistas con más hat-tricks en el mundo.
Ya de por sí, este fenómeno no es cosa de todos los partidos. Pero, por lo general, son los atacantes de un equipo los más proclives a conquistar esta marca.
Mucho menos visto, aunque sucede, es el caso de un defensor conquistando los tres tantos en un match.
Pero aún más extraño es el caso del zaguero central del West Ham United, Alvin Martin, que en un partido frente al Newcastle United por la Primera División inglesa, consiguió una tripleta ante tres arqueros diferentes. Como ya se imaginarán, esto tiene una explicación.
Ese día, 21 de abril de 1986, el compromiso tuvo lugar en el estadio Uptown Park, de Londres. Durante el primer tiempo, luego de un centro de su compañero Alan Devonshire desde la izquierda, el jugador del West Ham empujó la pelota con su pierna derecha, y logró doblegar la resistencia del guardameta galés Martin Thomas.
Para el segundo tiempo, con el marcador ya 4 a 0 a favor del equipo local, el West Ham, el portero del Newcastle United chocó contra un delantero rival y se lesionó los ligamentos del hombro derecho. El portero visitante no iba a poder continuar el partido. Pero su equipo tenía un problema: el único suplente autorizado en ese entonces por la Football Association era el volante Ian Stewart. El cambio se realizó, pero finalmente en el arco pusieron al mediocampista que ya estaba en cancha, Chris Hedworth.
Habían pasado muy pocos segundos desde que se reanudara el juego luego de la modificación, cuando Alvin Martin volvió al área rival para cabecear un córner desde la derecha, pateado por el lateral Mark Ward. El frentazo venció las manos de Hedworth y amplió a 5 la diferencia a favor de los dueños de casa. En la improvisada maniobra del mediocampista en un puesto que no era el suyo, queriendo evitar el gol, chocó contra su palo derecho y se fracturó la clavícula. El segundo “arquero” que debía dejar la cancha, y el segundo para Martin.
Ahora sí, el Newcastle se había quedado sin sustituciones, por lo que quedó con un hombre menos y con un arco que tenía que ser cubierto por alguno de los futbolistas de campo. El designado para defender la valla local, fue el delantero Peter Beardsley.
Cuando faltaban seis minutos para que finalice el duelo, y con el tablero ya registrando una increíble goleada de 7 a 0 en el Uptown Park, el defensor visitante Glenn Roeder cometió