Luis Enrique Martínez fue uno de los mejores jugadores españoles de la década de los 90. Nació en la ciudad de Gijón y se formó en la cantera de Mareo con el sueño de jugar en el equipo de su ciudad, el Sporting de Gijón.
En la temporada 89-90 logró debutar en Primera División para convertirse en uno de los jugadores jóvenes más prometedores de la Liga. Una temporada después, Luis Enrique se consolidó y destacó como delantero titular anotando 14 goles. Uno de ellos fue muy famoso por romper el récord de imbatibilidad de Abel, el portero del Atlético de Madrid.
Con apenas 20 años, Luis era un jugador muy mediático que se convirtió en el objetivo de los 3 equipos grandes de España. Esa lucha por el fichaje la ganó el Real Madrid, que fue el único equipo dispuesto a pagar 250 mil millones de pesetas por su cláusula de rescisión .
En aquel entonces, Luis Enrique declaró para el diario MARCA que fichar por el Real Madrid era un sueño y que merecía ir a ese equipo aunque haya renunciado al 15 por ciento del traspaso que le ofrecía el Barcelona.
El Barcelona tenía interés en él pero su entrenador dijo que en ningún momento habían entrado en la lucha por su fichaje. Que era un buen jugador pero no la estrella que se decía.
Luis Enrique era un jugador muy entregado, por lo que tenía todo para convertirse en un símbolo de Madrid. Sin embargo, sus números en las primeras temporadas con el merengue fueron discretos. Comenzó a jugar como delantero pero su posición fue retrasando su posición hasta lateral derecho.
El Madrid vivía una época convulsa a la sombra del Dream Team y ni los entrenadores más reconocidos consiguieron ubicar al asturiano en una demarcación fija. De hecho, el español llegó a jugar en casi todas las posiciones del campo de juego.
En la temporada 94-95 Valdano llegó al banco madridista y Luis Enrique completó su mejor temporada jugando para los blancos. Como centrocampista jugó 35 partidos, marcando 4 goles que sirvieron para darle la liga al Real Madrid 4 años después. También marcó un tanto con especial significado frente al Barcelona en el Bernabéu, el cuarto de una noche mágica que acabó con el famoso 5-0.
Pese a su relevancia en el equipo, Luis Enrique nunca se convirtió en un ídolo del Bernabéu. La irregularidad de su juego generaba dudas en la tribuna blanca que en ocasiones le dedicaba numerosos silbidos.
Más tarde, la relación con la grada empeoró por el mal comienzo del equipo. Ante los malos resultados, Valdano comenzó a apostar por jugadores de la cantera (Raúl, Guti, Sandro, Álvaro) dejando de lado a Luis Enrique que vio varios partidos desde la grada.
La relación entre el jugador y el técnico argentino se había roto y el asturiano que acababa su contrato en junio de ese mismo año, comenzaba a hacer planes de cara a su futuro.
A los pocos meses, Valdano fue despedido y con Arsenio Iglesias en su lugar, Luis Enrique volvió a aparecer en las formaciones, aunque parecía que tenía decidido lo que quería y a mitad de la temporada comenzaron a aparecer rumores del interés del Barcelona para ficharlo. El centrocampista fue una petición del entrenador del equipo culé para reforzar un equipo en decadencia.
El Real Madrid finalizó una de las peores temporadas de su historia. Sin títulos, sexto en la Liga y fuera de Europa. Como se había previsto, Luis Enrique no renovó su contrato y concretó su etapa como madridista luego de 5 temporadas donde jugó 157 partidos y anotó solo 14 goles. El 28 de mayo y solo 3 días después de su último partido vestido de blanco, el Barcelona y Luis se reúnen en un hotel y hacen oficial el fichaje. Y así fue, respetó al equipo blanco hasta junio pero después no tuvo problema en renegar su pasado como jugador del Madrid. Decía que no se reconocía de blanco.
En el Barca, Luis Enrique explotó como futbolista, superó cifras goleadoras y se convirtió rápidamente en icono del barcelonismo. Su traición a los blancos y su gran rendimiento con la camiseta azulgrana convirtieron al gijonés en la furia de las tribunas madridistas que en cada visita al Bernabéu le cantaban el absurdo, racista y pegadizos cánticos.
Con el paso de los años, Luis Enrique se convertiría en una leyenda del Barcelona, siendo capitán y retirándose en 2004 tras vivir los mejores años de su carrera deportiva. Lucho jugó 333 partidos con los azulgrana y marcó 115 goles en 8 temporadas como culé.