En la Copa Libertadores de 1970, River Plate de Argentina goleó a Universitario de Bolivia 9 a 0. Pero en esta historia el protagonista no fue ningún jugador del Millonario, si no del equipo rival.
Casos de entrenadores que meten cambios para mejorar la performance de su equipo y que luego no funcionan o incluso terminan peor, hay muchos. Pero un caso muy curioso se dió por la Copa Libertadores con un conjunto boliviano.
¿Se acuerdan del 8 a 0 de River, en el Monumental, ante Jorge Wilstermann por la Copa Libertadores 2017 en cuartos de final? Bueno, el «Millonario» ya le había convertido 8 goles a otro equipo boliviano en Núñez, pero esa vez fue por la fase de grupos, en la fecha 5. Fue 8 más 1, o sea, 9. 9 a 0. La víctima esta vez fue Universitario de la Paz, el 11 de marzo de 1970 ,por el grupo 1.
Para que el River, dirigido por el gran Angelito Labruna, marcaron 4 goles Oscar «Pinino» Más, 3 Daniel Onega y los restantes Reinaldo «Mostaza» Merlo y Ricardo Montivero.
Pero vayamos a lo que realmente nos interesa, porque 9 goles marca cualquiera.
Griseldo Cobo era un arquero discreto que atajó en clubes como Always Ready, Bolivar, el mencionado Universitario y Guabirá de Bolivia. Tuvo un breve paso por el Once Caldas de Colombia, además de algunas convocatorias para su selección. Para su desgracia, Cobo era el arquero titular aquel día del 9 a 0. Pero no, no se la agarren con él, porque no se comió todos los goles el solito. El conjunto boliviano recibió 4 goles tan solo en el primer tiempo, algo que no le gustó para nada al DT Próspero Benítez, que era un buen tipo, pero por lo visto tenía muy pocas pulgas. Y ese día responsabilizó a Cobo por todos los goles. Los sacó en el entretiempo y en su lugar mandó a Celso López pensando que todo iba a mejorar, pero no.
Hasta que se comió los primeros dos goles venía, digamos que, bien. Pero el bueno de López terminó encajando cinco goles en 45 minutos. Podríamos decir que en promedio fue un gol cada nueve minutos, si no fuera porque del el minuto 39 al 42 se comió los últimos tres.
Ya para la fecha siguiente y última de la fase de grupos, testarudo y orgulloso, el profe Benítez insistió en poner a Celso López como titular de aquel encuentro. O sea, lo limpió a nuestro amigo Cobo, pese a tener una mayor eficacia que Celso. Lo bueno es que acá no se equivocó: López aprendió la lección y tan solo perdieron 2 a 0 con Bolívar. Está de más aclarar que ese año Universitario quedó el último en el grupo, ¿no?