De la fiesta directo al partido, los resultados fueron desastrosos para estos dos equipos de fútbol.
Realizar una tarea física bajo los efectos del alcohol puede llegar a complicar mucho las cosas. Especialmente si esa tarea física es un deporte de alto rendimiento como es el fútbol. Pero eso fue lo que sucedió con el Viitorul Chirnogi de Rumania en 1993, y con el Leicester Fosse F.C. en 1909.
Se jugaba el partido de vuelta entre el AFC Comprest GIM contra el C.S. Viitorul Chirnogi. Para estos últimos significaba un reto doble, porque afrontaban el partido después de perder 10 a 0 en el encuentro de ida. Pero también se iban a enfrentar al factor humano. La noche anterior al match, uno de los titulares del equipo se casaba.
Uno de los muchachos, había propuesto asumir los dos compromisos: casamiento y partido al día siguiente. Pero la mañana del 20 de junio de 1993, el equipo de Viitorul Chirnogi se presentó con todos sus jugadores borrachos, después de brindar toda la noche a la salud de los recién casados.
El resultado, una paliza de 21 a 0 por parte de los jugadores bien concentrados y frescos del Comprest. Pero el Viitorul Chirnogi tuvo suerte: el árbitro terminó el partido a los 70 minutos, cuando quedaban en pie solamente seis de los jugadores ebrios.
El papelón rumano tiene un antecedente inglés: en abril de 1909, la Asociación del Fútbol Inglés inició una investigación tras una denuncia realizada por el Manchester City F.C. por un supuesto soborno en un partido entre el Nottingham Forest y el Leicester Fosse F.C. (actualmente Leicester City).
Resulta que el Nottingham necesitaba golear para no descender, y así fue: ganaron por 12 a 0.
Pero como con este resultado el Manchester City salía perjudicado, pidieron que se investigara a fondo las circunstancias de la goleada.
La Football Association, luego de la pesquisa en la que el réferi John Howcroft, determinó que los jugadores no habían recibido dinero para entregar el partido. En realidad habían estado celebrando el casamiento de un compañero de equipo…¡Durante dos días! Y hasta minutos antes del encuentro.