Juan Eduardo Hohberg sufrió un paro cardíaco en pleno partido, pero fue reanimado y continuó jugando
En la semifinal del Mundial de Suiza 1954, sucedió algo increíble. El partido era entre Hungría y Uruguay.
El partido comenzó bien para los húngaros, quienes lograron ponerse arriba en el marcador antes de finalizar el primer tiempo: 1-0. Al comenzar la segunda mitad, el segundo para el conjunto europeo iba a llegar enseguida: a los 47′ llegó el 2-0.
Pero el conjunto charrúa tenía una gran figura: el delantero Juan Eduardo Hohberg, quien curiosamente era argentino de nacimiento. La otra curiosidad es que su carrera había comenzado como arquero.
A los 75′ Hohberg marca el gol del descuento y tan solo 11 minutos después, a los 86′, marcó el gol del empate. Es aquí donde lo increíble sucede. En los festejos del segundo gol, sus compañeros se le tiraron encima al delantero. Producto combinado de la emoción y el aplastamiento, Hohberg sufre un paro cardíaco. El kinesiólogo Carlos Abate es quien realiza las maniobras de reanimación, al tiempo que le suministra un estimulante llamado coramina.
En Lausana se jugaba el alargue, ya que habían terminado los 90′ empatados. Luego de ser reanimado, Juan Hohberg regresó al césped y jugó hasta finalizar la prórroga. Es que en aquella época no se permitían los cambios, y el equipo uruguayo buscaba pasar a la final y, al mismo tiempo, defender una racha de 21 partidos invictos en Mundiales y Juegos Olímpicos.
El partido finalizó, de todas maneras, con la victoria de Hugría por 4 a 2.