El vicepresidente del club Xeneixe, levantó por encima de la valla a una señora de 82 que se llevó un abrazo y un autógrafo del ídolo boquense.
Cada vez que uno de los grandes de Capital Federal viaja al interior del país, genera una gran revolución de gente que se agolpa en las inmediaciones de los hoteles donde concentran los planteles. Y el pasado 21 de septiembre no fue la excepción.
Con la llegada de Boca Jrs. a la ciudad de Santiago del Estero, para disputar el partido por los cuartos de final de la Copa Argentina frente a Patronato, una enorme multitud se agolpó frente a las vallas de contención ubicadas afuera del hotel donde concentraba el plantel de La Boca.
Aproximadamente 3.000 hinchas llegaron hasta el lugar para intentar llevarse una foto o un autógrafo de alguno de sus ídolos. Pero, sin duda, el miembro de la delegación que mayor exitación causó fue el vicepresidente y gloria del pasado reciente de Boca Jrs.: Juan Román Riquelme.
El dirigente firmó autógrafos y se sacó fotos. Todo iba bien hasta que llegó a donde estaba una señora mayor: una hincha fanática de Boca, de 82 años, que había llegado hasta allí para ver a su ídolo, justamente Román. Pero la presión de la gente estaba haciendo pasar un mal momento a la abuela, por lo que Riquelme tuvo un gran gesto: la alzó por encima de la valla para ponerla a resguardo. Además intercambiaron palabras, abrazos y la fanática hasta le mostró sus uñas pintadas de azul y amarillo.
Gran gesto del ídolo boquense, poniendo a salvo a una persona mayor y tomándose el tiempo para darle un grato momento a una fanática de tantos años.